Lo fashion no salva

fashionUn día de estos alguien me dijo: ¡Y qué gorda está su esposa! Realmente tuve ganas de contestarle:  Y usted que esquelético está!!!  pero me mantuve,  respiré profundamente… pense… y seguí respirando.  Me quede con esas palabras y quiero comentarlas, como dice mi amigo Salvador Caceres, no soy ropero para guardar cosas viejas, y ahora la saco.  Lo fashion no salva.

Un par de palabras respecto a la tendencia fashion

1. Un asunto  obsesivo.  Vivimos en una sociedad enfermiza y sedienta por el culto al cuerpo.  Cómo Pablo lo dice en Romanos, los hombres le dieron gloria a la creación antes que al creador (aún a su propio cuerpo).  La búsqueda por la belleza, nos ha llevado a poner en riesgo no solamente el bolsillo para poder pagar dolares en gimnasios, cremas, dietas y saunas;  sino tambien, la nobleza y humildad en la amistad.   Notelo usted mismo, las fashion, será dificil que compartan su amistad con las cholquitas, gorditas y chaparritas, parece que hay un codigo enfermizo de repeler toda criatura que no tenga su pedigrí o medidas de cintura o delicatese en el cutis.

2. Un asunto de distorción.  Para todos es sabido, que lo mas importante es belleza del corazón, así lo dice la palabra de Dios, él mira el corazón antes que los peinados ostentosos o blusitas Victorias Secret.  Tambien, no es facil olvidar que detrás de todo  intento de transformación del cuerpo, se encuentra el deseo o la creencia humanista de que transformar el cuerpo cambiará mágicamente las relaciones y conducirá a un camino de éxito, bienestar, satisfacción y felicidad”. La distorción está en que la felicidad y satisfacción no te la da las 30 libras menos que puedas pesar, sino la presencia viva y real del Espíritu de Dios dentro de tí.  Quizá la salud, pero nunca la felicidad.

Le doy gracias a Dios por mi esposa, libras más o libras menos, ella tiene un esbelto corazón de servicio, unas esbeltas manos de amor al prójimo, y una esbelta dedicación por ayudar a los necesitados en el ISSS MQ.    No es necesario decirlo, pero estoy enamorado de su cuerpo.

Un saludo para todas las gorditas y gorditos, en especial a ese grupo de amigas gordas con las que mi esposa disfruta la vida en Cristo.

Salvados de la ira

ira2¿Y de qué nos salvó Jesús? Me preguntó uno de mis hijos. Abrí la carta a los Romanos y le explique que por nuestra condición de pecado, merecíamos enfrentar la ira de Dios, su justo juicio contra el pecador, la condenación eterna por nuestra rebeldía. Le explique que no debíamos de tener temor, pues Jesús había tomado y cargado con la ira de Dios que nos correspondía a nosotros, ya que por la fe, hemos sido justificados delante de Dios.  Jesús se ofreció en propiciación, por nuestros pecados. Él pagó la deuda, canceló la deuda. Hijo: Fuimos salvos de la ira de Dios.

Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras

Romanos 2:5