Jugando a ser Dios: ¿Te bendigo o Dios te Bendiga?

papaEstoy convencido que muchas veces actuamos dentro de la iglesia movidos por «Modas evangélicas».  Quizá usted se recuerda la década de «Palabra en acción» y la practica después de la alabanza de un cántico nuevo, lo cual era un tiempo con música de fondo para en voz alta «dejar fluir palabras en otras lenguas» o expresiones al son de la muchedumbre.  En muchas iglesias se puso de moda.  O quizá usted ha escuchado la practica de repetir antes de la lectura de la palabra, el estribillo «en el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo»  Se puso de moda en una conocida iglesia bautista del país y la practican algunas otras.  ¿No tiene efecto la alabanza sino se hace «cántico nuevo», no tiene poder la palabra si se olvida pronunciar el estribillo inicial?.

Hablando de las modas evangélicas, estaba platicando con una persona en el banco y me preguntaba: ¿En su iglesia hacen declaraciones proféticas? Cómo así le pregunte, me explico un poco y me hablo de las maldiciones generacionales, limpiezas territoriales, confesiones de cobertura, etc.   Pero me llamó la atención la bendición apostólica.  Leyendo un poco, me encontré con el siguiente artículo de Juan Stam, sobre una de las modas que se practica en algunas iglesias, se los dejo:

En los últimos años, amplios sectores de la comunidad evangélica vive pasando de una novedad sensacional a la siguiente, como un borracho que anda a caballo, al decir de Martín Lutero. Entre esas modas recientes está la costumbre de decir «Yo te bendigo» en vez del tradicional «Dios te bendiga». Aunque eso ya es muy común, y no dudo de la sinceridad y buena voluntad de las personas que me lo dicen, tengo que confesar que me entran dudas cada vez que alguien proclama esa solemne bendición sobre mi existencia. Me pregunto exactamente qué puede significar, o qué estará pensando esa persona. ¿Será simplemente una versión evangélica de «Buena Suerte»? Para ser sincero, esa invocación solemne no parece haber traído ningún beneficio concreto en mi vida (que de por sí es maravillosamente bendecida por Dios). Me cuesta tomar con seriedad una bendición puramente verbal y formal, por un desconocido o una desconocida que pronto se olvidará de mí y desaparecerá de mi vida, como yo de la vida suya.

Me confunde aun más el otro lado de este nuevo fenómeno, y es que el flamante «Yo te bendigo en el nombre del Señor» ha desplazado casi totalmente la invocación de la bendición divina. Ya se oye muy poco «Dios te bendiga», y algunos hasta lo entienden como una falta de fe, una timidez en asumir la autoridad que Dios ha puesto en las manos nuestras y por ende ya no en las manos de él.

Parece que esta «renovación» nace de una enseñanza que nos trajo el famoso pastor coreano, Yonggi Cho. Yo mismo escuché su sermón en Costa Rica cuando nos explicó que si Cristo nos ha entregado las llaves del cielo a nosotros, entonces ya no las tiene él. ¿Podría haber algo más obvio que eso? Después de su sermón, el reverendo asiático dividió a todos los presentes según las provincias del país para ejercer el poder de las llaves sobre sus respectivos territorios y proclamar bendición sobre sus provincias. Después, unos pastores alquilaron una avioneta para echar aceite, en el nombre del Señor, sobre las ciudades y campos, montañas y valles, de todo el país. La fuerza mística de la «bendición» taumatúrgica, reforzada por la fuerza mística del aceite bendecido, debía asegurar avivamiento en nuestra patria y una notable transformación.
De hecho Costa Rica cambió mucho después, pero de mal en peor en pésimo. Y aunque la nueva doctrina de Yonggi Cho es lógicamente irrefutable, no es bíblica y de hecho es peligrosa para la iglesia. Lo que Cristo comparte con nosotros, no lo pierde él. El sigue siendo Señor de la iglesia y de la historia; las llaves todavía están en sus manos. Inferencias doctrinales, aun cuando son lógicamente válidas, pueden llevarnos a herejías. Muchas enseñanzas de los Testigos de Jehová y los Mormones son rigurosamente lógicas, pero gravísimos errores doctrinales. Como escribí en un artículo anterior, sobre el púlpito evangélico, «los heréticos son muy lógicos, pero nada bíblicos. No toda inferencia lógica del texto es fiel al sentido de él y al mensaje que el Espíritu Santo inspiró».

A menudo me pregunto, «¿En qué cree este hermano que él (o ella) me puede bendecir? ¿Qué autoridad cree tener para declararme bendecido?». Creo que no exagero al ver aquí un vestigio del catolicismo tradicional, entre las muchas cosas poco bíblicas del catolicismo que los evangélicos hoy vamos incorporando en nuestra práctica religiosa en vez de otras cosas buenas de ellos. Cuando alguien me pronuncia una bendición de ésas, me digo, «Sólo falta que me bendijera el santo padre en Roma». ¿Pero creemos los evangélicos en la fuerza espiritual de «una bendición papal». Personalmente, y con todo respeto, no creo que el Papa ni nadie más me puede declarar bendecido; eso sólo Dios puede hacer. Lo que pasa es que entre los evangélicos, no creemos en el Papa pero muchos queremos ser pequeños «papitos» y repartir bendiciones papales.

Me parece que el fenómeno bajo consideración es síntoma de un problema más general. El «cristianismo lite» de nuestra época ha acentuado al extremo el individualismo, y en muchos casos el egoísmo, que son típicos de nuestra sociedad moderna. Contra las palabras de Jesús, vamos a la iglesia para lo que nos puede servir a nosotros. Para parafrasear una consigna de John F. Kennedy, «No preguntes lo que la iglesia puede hacer por ti, sino lo que tú puedes hacer para el reino de Dios». Hoy los líderes de la iglesia se aferran a sus títulos, y en muchos casos lucran con el evangelio. A menudo hay un culto a la personalidad del líder y admiramos más al ser humano por quien Dios actúa que a Dios mismo. Y en la mayoría de estos casos, son los mismos apóstoles, profetas, evangelistas, sanadores y conferencista que cultivan celosamente este culto a su propia personalidad.

En esa subcultura personalista los creyentes comunes y corrientes merecen también su cuota de auto-gratificación numinosa, su propia tajada de poder espiritual. No quiero juzgar mal, pero sospecho que el poder pronunciar bendiciones bajo su propia autoridad, con un «Yo te bendigo», da cierta satisfacción personal a estos hermanos y hermanas «bendecidores», que un humilde «Dios te bendiga» no ofrecería. Aunque no sean apóstoles ni profetas, ni predican ni cantan ni curan, por lo menos pueden andar repartiendo solemnes bendiciones a diestra y siniestra..

El culto a la personalidad, esta religión de gratificación egoísta que permea nuestra comunidad evangélica hoy, es muy cuestionable bíblicamente. En el Nuevo Testamento, por ejemplo, un «don de sanidad» es el acto de Dios de dar salud a un enfermo, no alguna fuerza supernatural de curación que poseyera algún ser humano. Hoy día, si Dios en su gracia sana a un enfermo, mañana el milagro aparece en televisión y el sanador es famoso. Parecido pasa con evangelistas, conferencistas y salmistas. La gloria y la honra van al agente humano y no al Actor divino que sanó y que bendijo. Me parece que algo parecido pasa con la nueva moda de «Yo te bendigo, hermano».

Es muy aleccionador el ejemplo de Pedro y Juan en los Hechos 4. Después de la curación del cojo, con el hombre sanado agarrado de sus brazos, los apóstoles rechazan todo mérito por lo que había ocurrido. «Varones israelitas, ¿por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste?» (Hch 3:12). ¡No dirigen sus miradas hacia nosotros, decían Pedro y Juan; queremos desaparecer para que sólo se contemple el rostro de Cristo! Hoy día parece lo contrario, que algunos sanadores dicen en efecto, «Miren estas manos; estas manos tienen poder para sanar».

En otro sentido, es cierto que todos debemos ser de bendición unos a otros. En su sentido bíblico, «bendición» significa vida, salud, bienestar (Dt 30:19-20). Las lluvias y los pozos, los buenos partos y buena lactancia (Gén 49:25) son bendiciones que sólo Dios puede dar, pero nosotros podemos colaborar con Dios en realizarlas. Dios prometió bendecir a Abraham para que él fuera de bendición a todas las familias de la tierra. Esa promesa introduce el tema central del libro de Génesis: ¿cómo ser de bendición a los demás? Abraham bendijo a Lot, y hasta a los reyes de Sodoma y Gomorra, no por pronunciar fórmulas sobre ellos sino por defender su bienestar integral. Igual con Isaac, Jacob y especialmente José. José cumplió a cabalidad la promesa a Abraham, reorganizando la economía de Egipto para defender la vida, no sólo de Egipto ni sólo de los hebreos, sino de todas las naciones vecinas.

Amado hermano, amada hermana, si quieres bendecir al pobre, dale algo que le puede ayudar en su necesidad. Si quieres bendecir al enfermo, no añada a su sufrimiento con frases piadosas o fórmulas vacías, sino tomarle la mano y orar por su salud, su paz y su bienestar integral. Si quieres bendecir a un matrimonio en crisis, o con hijos drogadictos, acompáñalos en su dolor y lucha y busca maneras de ayudarlos. Si quieres bendecirme a mí, regálame tu sonrisa cálida y tu amor sincero, y ora por mí con un buen «Dios te bendiga, amado hermano».

¡Eso sí es una excelente manera de bendecirnos unos a otros!

Los RBD de la iglesia

th (1)Tengo dos hombres en casa y aunque por ahora son niños, tengo la esperanza que más adelante serán hombres de Dios. Les soy sincero, me gustaría que esto sucediera  al estilo Star trek,  que de pronto aparecieran mayores,  maduros, santos….pero usted y yo sabemos que es necesario un proceso de días, semanas, años, de formación, siembra, disciplina, compromiso, etc. en medio de un campo lleno de noviazgos, tareas, amigos,  cine, graduaciones, etc.   Aquí no sirve de mucho haber condenado a los hijos de otros hermanos, o gritarles una oración de unción y lenguas, sino se está dispuesto a una  serie de acciones intencionadas, sistemáticas y estratégicas que busquen esa meta (Digo esto, porque conozco a más de alguno que piensa, cree y declara que la oración es poderosa, pero no están dispuestos a ejercer el liderazgo, autoridad y sabiduría que Dios les ha dado en el día a día dentro del hogar, si en caso llegase antes que ellos se duerman).

La generación que les ha tocado vivir es conocida como la «Generación Rebelde»  Una generación adicta a la tecnología y seducida por los placeres que desembocan en la rebeldía, esa misma que afloró en el corazón de Adán.  Esta generación ha puesto de cabeza a los padres, quienes han comprobado que la oración antes de comer no garantiza hijos temerosos de Dios;  padres que le dedicaron horas y horas a sus oficinas, negocios, inversiones, conferencias, en una mañana de invierno descubrieron que estaban perdiendo a sus hijos, ante las dulces manos de la televisión, amigos e internet.

De vez en cuando se ve venir a la iglesia alguna madre desesperada, en un intento legitimo, trayendo a su hijo para que el pastor o los ancianos lo enderecen.   Digo legítimo, porque en su desesperación busca ayuda en la institución que debería de dar una palabra o la única palabra de salida.  Pero mientras la iglesia planea campamentos con fogatas estramboticas, conciertos de luces de neon, eventos y más eventos, vemos partir a los pródigos al mundo, con la única esperanza que después de algunas semanas, vuelvan en sí y regresen a casa.

th (2)

En  el libro «Corazón de enojo» Lou Priolo, habla de los rebeldes y menciona algunos principios interesantes:

El rebelde no es rebelde automáticamente  lo hace a través de un proceso de sentimientos y emociones silenciosas, las cuales sino se descubren y tratan, darán su fruto: REBELDÍA.

El primer peldaño es un espíritu herido o sentirse herido.  Alguien lo ha ofendido, realmente o percibida.  La mente y el corazón del joven despiertan ante una ofensa, la cuál causa una herida que si no es tratada o confesada, produce amargura.

El segundo peldaño a la rebeldía, es la amargura. Cuando la ofensa no es perdonada, ésta se repite en la mente una y otra vez, imputando la ofensa al agresor, no solo es una violación a lo que primera de corintios dice: El amor, no guarda rencor, sino que abona  la semilla para convertirse en una raíz de amargura, y esta puede contaminar a otros. (Hebreos 12:15)

El tercer peldaño a la rebeldía es el enojo.  Es el que la biblia advierte a los padres a no provocar en los hijos.  es un enojo habitual que se vuelve inherente a la personalidad.

El cuarto peldaño es la obstinación o insubordinación.  Este paso precede a la rebelión abierta.  Es como un burro que no quiere moverse de su lugar, cree que es dueño de su destino y nadie tiene que moverlo. El paso final es la rebelión.

Cuando vea o escuche de un jovencito rebelde, recuerde que todo comenzó en respuesta a una ofensa que le hirió.

En la iglesia huele a Walmart…

walmartDe vez en cuando se escucha una que otra voz por los pasillos de la iglesia, anhelando, añorando, deseando, que la iglesia sea como una de esas reconocidas y estramboticas mega-congregaciones de radio y televisión, de guardaespaldas, luces, alfombras y pastores de trajes de casimir italiano, expertos en la comunicación  y motivación de masas.  Escucho, pienso y cada vez que leo la biblia, me convenzo más: Están $%&*@

Leyendo de nuevo la entrada del tico, Dr. Segura, me convencí que nos ha tocado vivir y ser iglesia en una época complicada, se los dejo:

En los Estados Unidos de América el efecto Walmart se conoce en los pueblos pequeños. ¡En América Latina ya lo conocemos! Donde llega Walmart, quiebra a los negocios pequeños. Igualmente ha sucedido con las iglesias pequeñas que han sido absorbidas, como negocios familiares forzados a cerrar. Las megaiglesias ofrecen mejores productos: amplio parqueo, buena música, excelente sonido, mayor variedad de ministerios, y personalidades con mensajes de fácil aplicación. Mientras que las viejas denominaciones no solo luchan por sobrevivir, sino también convencer a sus adeptos de mantenerse fieles a su doctrina tribal, pero su estructura heredada ya no responde a los retos del mundo como lo hacía algunas décadas atrás.

¡Pero no debe prevalecer el pánico! Uno de los modelos mundiales de megaiglesias está hoy en decadencia y buscando reinvertarse. Hill Hybel, pastor de la famosa iglesia Norteamérica Willow Creek, llego a admitir en una conferencia de liderazgo que “hemos gastado millones de dólares pensando si ayudaría realmente a nuestra gente”. ¡Pero la cosa no pego! Pero hay más errores que han sucedido en las megaiglesias de América Latina, y las quiero numerar. Permítanme así, mencionar algunas de las principales razones de la decadencia del modelo de megaiglesia, para que nuestras megaiglesias pongan sus barbas en remojo.

Primero, en América Latina el énfasis en buscadores sensibles perdió su enfoque con el tiempo, pues empezaron a atraer más a convertidos heridos y decepcionados de otras iglesias. Perdieron tal enfoque cuando dejaron de inculcar en su membresía el modelo de un evangelismo por atracción (invitar gente a la iglesia). Pues al invitarles, nadie les mostraba interés, seguimiento, ni se hacían cargo de ellos pastoralmente hablando. Con el tiempo la cantidad de visitantes mermó, y la congregación se tornó en ser más exclusiva que inclusiva.

Segundo, la falta de cuidado pastoral se convirtió en algo escaso. Algunas megaiglesias no desarrollaron un ministerio enfocado en grupos pequeños. ¿Cómo se puede atender pastoralmente a miles de personas? Al menos en grupos pequeños se puede brindar cuidado. Pero, al prestarse más atención a las actividades masivas que a los grupos pequeños, estas iglesias empezaron a declinar más rápidamente. Se les olvido que una iglesia grande crece siendo pequeña. Mientras me pregunto: ¿Quién cerrará la puerta trasera? Otras iglesias han adaptado modelos abusivos como el modelo de los 12, G12, G8, o la visión. Piden total lealtad, compromiso, y entrega que llega a sacrificar a la familia, el empleo, y la salud de las personas. En algunas de estas iglesias se solicita que todo y toda aquella que sea parte del proceso, firme un “contrato de la corporación celestial”, donde la persona se somete a una total obediencia y alianza espiritual al pastor-apóstol. ¡Y qué hay de Cristo? Abusos espirituales y de poder se cometen con estos modelos, todo por el crecimiento de la iglesia, pero no del Reino.

Tercero, los pastores son contratados para hacerse cargo de programas y no para brindar cuidado a personas. ¡Terrible error! La iglesia se trata de gente, no de programas. Por un lado, hay que tener claro: el pastorado es un don espiritual no un titulo: Pastores brindan cuidado pastoral. Por otro lado, los voluntarios recargados de trabajo enfrentaban agotamiento. No tenían un pastor que les mostrara cuidado, ni acountabilidad. Debían esperar cita de hasta dos meses para reunirse con alguno de sus pastores. Por otro lado los pastores generales (i.e., celebridades, carismáticos, CEOs) encontraron que la gente los seguían a ellos, pero no a Cristo. ¿Quién predica este domingo? Al mermar la aparición de personalidades que manejaban el show, disminuyo la asistencia a los cultos.

Cuarto, los largos mensajes o conferencias (pues no se usa más la palabra sermón) ha sido el del platillo fuerte de la megaiglesia, y pronto empezó a encontrar sus limitaciones. Tales mensajes son de corte sicologísta (sicología popular) y llegaron a sacrificar el texto bíblico. Es decir, tales conferencistas pasaban más tiempo leyendo libros de sicología popular, que practicando una buena exégesis del texto bíblico. Este énfasis llegó a impactar con el tiempo en la pobre capacitación bíblica de su membresía. Aun más, en algunas de las megaiglesias la lectura bíblica desapareció de su liturgia. La gente llegó a saber más de pobre sicología aplicada que de principios bíblicos para su vida cristiana.

Quinto, su amplio real state llego a matarlas financieramente. Algunas de estas megaiglesias al no requerir membresía provoco que muchos nunca se comprometieran con sus diezmos y ofrendas. Tal vez el 20% de los asistentes servían en ministerios y sostenían las finanzas de la iglesia. Los demás parecían ser visitantes recurrentes sin ningún compromiso. Son como nómadas que cada domingo rotan de megaiglesia en megaiglesia. Nuevos creyentes: ¿Quién se comprometería en una iglesia donde nadie le importa que yo existo? Los grandes edificios e instalaciones se convirtieron en algo difícil de mantener. ¡Cayeron en un círculo vicioso! No se pueden contratar más pastores para atender a los no atendidos (80% de los asistentes) pues las instalaciones, y los altos salarios de las celebridades, y otro personal tragaban lo que el 20% de sus asistentes donaban. Eso motivo a que la iglesia empezara a ser administrada como una empresa en vez de ser un instrumento para el Reino. Cada vez la estructura empezó a perpetuarse en sí misma, y a darse menos enfoque misional como en el evangelismo y el discipulado.

Sexto, al carecer la megaiglesia de una doctrina protestante particular, todos eran bienvenidos a creer lo que quisieran creer. Por tanto, nadie sabía en qué se creía, ni en qué se debería creer, y entre estos los mismos pastores. Esto se agudizaba en aquellas iglesias donde sus pastores carecían de una formación teológica sólida. Y al atraer estas iglesias personas de otras iglesias, se empezaron a generar diferencias que la tolerancia no fue suficiente para mantener. Se convirtió en imperativo consolidar una doctrina, y aquellas iglesias que lo hicieron debieron decir sí a ciertos criterios y no a otros. Al suceder esta consolidación doctrinal su membresía disminuyo por diferencias irreconciliables. Por ello, sicología popular es el plato más sencillo de preparar en sus predicaciones.

Sétimo, el mercadeo se convirtió en la herramienta más importante para diseñar su modelo. Al preguntarle a la gente de clase media sobre el tipo de iglesia, programas y actividades que desearían, se generó la megaiglesia. De esta manera vale la pena aseverar que la megaiglesia es producto del marketing, nunca de la misión de Dios. La iglesia respondió a las inquietudes del mercado, y con tal de satisfacer ese mercado sacrificó la identidad transformadora del evangelio. ¿Qué hay de la misión de Dios? La iglesia es la agente del Reino en el mundo, no el teatro de doctrinas escogidas para no ofender a nadie. Al valorarse las expectativas de los buscadores por encima de la ética bíblica, la comunidad se convierte en una masa estadio de individuos que demandan un buen show religioso, pero sin el más mínimo interés de crecer y servir en un mundo quebrantado que necesita de Cristo (pues así fue como aprendieron el significado de la vida cristiana).

Octavo, a los pastores generales de las megaiglesias les gusta hablar de trabajo en equipo. Pero cuando el pastor y su esposa son los pastores generales, las decisiones se toman en la alcoba y no con los otros pastores. Aun peor, sus equipos lo componen sus clones. Lideres que ellos mismos han domesticado, y que fueron contratados por confianza y no por su currículum y capacidad profesional. Ninguno de estos líderes contratados tiene el valor de contradecir al pastor general, pues es un equipo jerárquico, y no democrático. ¿Es eso trabajo en equipo? ¿Quién contrata y despide pastores en las megaiglesias? Trabajo en equipo requiere de una organización plana, nunca jerárquica.

Noveno, a pesar de ser iglesias con cierta pasión por afectar la sociedad con el evangelio, su apoyo a las misiones o ministerios transculturales es mínimo. Su enfoque no está allá, sino aquí. Toda la energía está enfocada en el show del domingo. El presupuesto habla por sí solo. Es increíble notar el presupuesto operativo de estas iglesias, en comparación con el presupuesto que brindan a misioneros, y programas sociales. El hecho de estar gorditos no significa que estemos sanos.

Décimo y último aspecto es ese fuerte énfasis teológico en la prosperidad en algunas de las megaiglesias, más que todo de corte neopentecostales. ¡La teología eje de estas iglesias es la prosperidad! Si uno prospera es señal de fidelidad hacia y bendición de Dios. Prometen a todos poder recibir la prosperidad si siembran con fe. Sin embargo, es interesante que algunas de estas iglesias explican (no muy abiertamente) que los que reciben tal promesa de prosperidad necesitan de ciertos requisitos espirituales y morales cercanos a la descripción ético-espiritual de San Francisco de Asís. En otras palabras, yo puedo sembrar todo lo que pueda, pero si no prospero es por algún pecadillo en mi vida (pecado aun de omisión que la misma persona pueda ignorar). ¡La cosa es que no hay forma de perder ni ganar en este negocio de argumentos en cuanto a la siembra y la cosecha!

¡Por favor, no me malentiendan! No tengo nada personal contra las megaiglesias. Cosas muy buenas han traído de ellas. Pero, ¿Están sus pastores dispuestos a escuchar y querer corregir estas deficiencias para fortalecer su iglesia al servicio del Reino?

Envejecer es obligatorio, madurar es opcional

envejecerSigo reflexionando en el tema de la madurez del creyente… específicamente tengo una carga por aquellos de la iglesia que ya casi estamos inventariados en la misma, pero que al parecer solo hemos envejecido sin madurar (le puedo mencionar algunos, pero quizá no sea ético) jajajaja.  ¿Por qué cuesta tanto madurar? ¿Dónde se aprende a madurar? ¿Puede hacer algo la iglesia para llevar a la madurez a sus miembros? ¿Cuál es la tarea del creyente y cuál la del Espíritu Santo?

Estaba meditando en el pasaje del Apóstol Pablo  en filipenses 3:13-14, que  dice:   Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

El esfuerzo de estirarse que el atleta hace, es una buena ilustración para desafiar a los «viejitos de la iglesia» a esforzarse por conocer más a Cristo y dejar que él tome su lugar en cada acción.

 

Del concubinato al matrimonio con Dios

progresEl día de ayer escucha una predicación de un pastor Argentino que suelo escuchar muy seguido, alguien a quien  Dios ha usado para alimentarme y refrescarme en el ultimo año, es algo así como ese cuervo en el desierto trayendo carne.  Hablaba sobre el tema del compromiso con Dios y compartió unas ideas en las cuales me he quedado reflexionando.»No se puede vivir en concubinato con Dios» Es decir, sin compromiso y responsabilidades con Dios.

El concubinato es la relación de dos personas sin tener  ningún compromiso de ninguna índole  A diferencia del matrimonio donde hay una serie de compromisos que no se pueden obviar.  

Quizá dentro de la iglesia no avanzamos en la madurez,  porque estamos anclados en una relación al estilo concubinato y no matrimonial con Dios. No queremos pagar el precio.

Usted no ha escuchado a alguien en el altar contestar: ¿Promete cuidar a su esposa en medio de la enfermedad? Puede ser…depende…podría suceder…ojala.    Si usted revisa la relación de los héroes de la fe con Dios, encontrará el factor clave: Compromiso con Dios.

En los últimos meses he estado reflexionando con algunos hermanos sobre el tema de la madurez dentro de la iglesia, y de alguna manera hemos llegado a conclusiones no tan nuevas, pero siempre desafiantes:1. Dentro de la Iglesia hay un grupo de hermanos tiernos, nuevos.2. Dentro de la Iglesia hay un grupo de hermanos dispuestos a comprometerse con el crecimiento y servicio.(Hambre de crecer) 3.  Dentro de la Iglesia hay un grupo de hermanos maduros, con años de estar en la iglesia y servir en los ministerios.

¿Cuál es la responsabilidad de la Iglesia con ellos?

Es interesante que cada uno de ellos tiene sus características y necesidades particulares.  Por ejemplo, al grupo de los nuevos, se sienten atraídos por la iglesia, se conforman con las instalaciones físicas  los jardines, la música etc. No se fijan tanto en los detalles ni en los «problemas de la iglesia».  El segundo grupo, ha comenzado a fijarse en los detalles y busca, espera una ruta en la cual pueda crecer en la palabra de una manera sistemática y bíblica  tiene todo el deseo de involucrarse, pero cuando no se le provee piensan con irse a un lugar donde se les de oportunidad de crecer y servir.  El tercer grupo es el que más dolor de cabeza da, ya que tienen años de estar en la iglesia y servir, y suelen sentirse insatisfechos cuando la iglesia está patas arriba.  En los tres grupos,  la clave es el compromiso personal de la intimidad con Dios, y la responsabilidad de obedecerlo;  es ahí donde se encuentra el talón de aquiles en nuestras vidas: No queremos compromiso con Dios.   Exigimos que los demás cumplan con nosotros, pero nosotros no estamos dispuestos a pagar el precio de la responsabilidad.  En otras palabras, queremos tener una relación con Dios al estilo concubinato, sin compromiso, sin responsabilidad, sin obediencia y exigimos tener todos los beneficios de esa relación: Respuestas, milagros, provisión, etc…

La mujer que me habló de Biblia

padresEl romance con la biblia se lo debo a Miriam.  La mujer que no he podido sacar de mi mente, la misma que me ha acompañado desde hace cuarenta años atrás;  paladina de cualidades inexplicables, rostro, mirada y voz.  Nuestra relación ha tenido sus chubascos, (peculiar tiempo de adolescencia) y siempre, siempre ha sido culpa mía.

Hoy entiendo que su guia ha sido como una faro en el negro mar.  La amo con temor,  pues estoy seguro que no he logrado comprender lo que significa para mí, y temo que cuando ya no esté, lo entienda en su plenitud.  A ella le debo todo lo que soy.

Hoy  no quiero hablar de Jonás, esa primera historia en la cual bajo su mirada y delicadez, aprendí a beber las primicias de la leche espiritual.  Hoy no quiero hablar ni de Hageo, Habacuc o Ezequiel. Hoy he querido  hablar de mi mamá.

Con gratitud te  dedico las palabras del español  Juan Legido: Tú,  no solo me miras con los ojos, sino con el corazón…lo tuyo es cariño, cariño verdad.  Te amo mamá.

Hoy te dedico las palabras del hijo de Enriqueta Najarro, el oriundo de Ahuachapán, Alfredo espino.

Manos las de mi madre, tan acariciadoras,
tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras.
¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman,
las que todo prodigan y nada me reclaman!
¡Las que por aliviarme de dudas y querellas,
me sacan las espinas y se las clavan en ellas!

Para el ardor ingrato de recónditas penas,
no hay como la frescura de esas dos azucenas.
¡Ellas cuando la vida deja mis flores mustias
son dos milagros blancos apaciguando angustias!
Y cuando del destino me acosan las maldades,
son dos alas de paz sobre mis tempestades.

Ellas son las celestes; las milagrosas, ellas,
porque hacen que en mi sombra me florezcan estrellas.
Para el dolor, caricias; para el pesar, unción;
¡Son las únicas manos que tienen corazón!
(Rosal de rosas blancas de tersuras eternas:
aprended de blancuras en las manos maternas).

Yo que llevo en el alma las dudas escondidas,
cuando tengo las alas de la ilusión caídas,
¡Las manos maternales aquí en mi pecho son
como dos alas quietas sobre mi corazón!
¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas!
¡Las manos de mi madre perfuman con terneza!

En honor a las suegras

No se cuál sea o haya sido la relación con su suegra, pero usted no me va a dejar entir que la canción que el   grupo Hielo Ardiente puso a sonar en la década de los 70 «Señora»  del cantautor  español  joan Manuel Serrat, arroja entre amor y odio algunos principios de ese emblemático, extraño y sufrido personaje.

Debo admitir que desde los púlpitos evangélicos se ha deshonrado a la mujer en su faceta de suegra.  ¿Qué dice la biblia?

Pensando en ello he estado meditando en el pasaje donde ha quedado registrado el encuentro de Jesús con la suegra del apóstol Pedro, pasaje en el cuál predicaré este domingo próximo.  Una mujer sin nombre, frágil  sufrida y servicial.

Ya que también son Madres, Dios bendiga a las suegras, y más si son mujeres  como la suegra de Pedro.

Por mi cuenta, un saludo y un abrazo a mi querida suegra: Ana Gloria.  Ahí por el lunes les comparto los principios de ese pintoresco pasaje.

 

El 17 de Mayo y la Iglesia evangélica

Sports-Illustrated-Collins-confesar-homosexualidad_CLAIMA20130429_0124_24Escribo esta entrada con sentimientos encontrados.  Encontrados o asustados, no estoy seguro.  De lo que si lo estoy, es que como iglesia evangélica estamos lejos de ser coherentes con el contexto social en el cual vivimos, no solo incoherentes, sino casi extraterrestres, es decir ajenos, lejanos e ignorantes de lo que sucede a nuestro alrededor y de las acciones que debemos de dar.  (Me incluyo)

Quizá nos falta objetividad y un poco de valentía para reflexionar y accionar en los temas del diario vivir, quizá porque nos encanta vivir en el heroismo romantico-histórico de los años dorados del evangelio de la guerra, discusiones televisivas que no sólo no edifican sino son esteriles, y el orgullo de temas del baul de los recuerdos que en este «hoy» son intrascendentes.  Por ejemplo, si la salvación se pierde, si existieron los dinosaurios, si el obispo del pueblo es la bestia, etc.  Mientras tanto en nuestras narices los grandes acontecimientos amenazan con tragarnos vivos a nosotros los de la generacion antigua y a nuestros hijos «nativos digitales».

Este día tuve que cambiar uno de los famosos canales cristianos de uno de los famosos pastores del país, simple y sencillamente porque no creo que servía de mucho conocer los ultimos chistes de la suegra del momento,  y buscando y buscando,  caí en un  canal mexicano de mucha audiencia  juvenil,  en un programa dirigido por tres homosexuales, los cuales pedían a los jovenes unirse en la marcha del 17 de Mayo.  Explicaba:

Celebramos este 17 de mayo como el Día Internacional de Lucha contra la Homofobia , recordando que, el 17 de mayo de 1990, la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) suprimió definitivamente la homosexualidad de la lista de las enfermedades mentales -donde nunca debió estar-, con lo que se puso fin a casi un siglo de homofobia médica y de discriminación sistemática contra lesbianas, gais y bisexuales.La propuesta de un Día Internacional de Lucha contra la Homofobia es una iniciativa que cuenta con el respaldo de la Asociación Internacional de Lesbianas y Gais (ILGA) y con el de numerosos colectivos y entidades que están presentes en más de 40 países. Celebrar este 17 de mayo supone reforzar la solidaridad el colectivo LGBTTTI de México y del mundo entero, y reafirmar el compromiso con quienes en cualquier parte sufren las consecuencias de la Homofobia y la Transfobia.

Waooo.  Tengo dos hijos varones y debo reconocer que la sociedad que ellos encontrarán dentro de unos años no es la misma de los 80 y de alguna manera debemos preparar y dar respuesta a este desafío.

¿Y ahora quién podrá ayudarnos?  A parte de la predicación que los homosexuales no entrarán en los cielos, tendrá algo más la iglesia que proponer en éste tema?  ¿ Algo para trabajar con los jóvenes en dicha area? ¿Algo que trabajar con los padres en ese tema? ¿Podemos los pastores y los padres,  hacer algo en casa o en la iglesia en contra de la agenda gay?

James Dobson, director de Enfoque a la Familia (Focus on the Family) , describe la agenda homosexual de la siguiente manera: «Estos objetivos incluyen la aceptación universal del estilo de vida gay, el descrédito de las Escrituras que condenan la homosexualidad, amordazar a los curas y medios de comunicación cristianos, otorgar privilegios y derechos especiales en las leyes, derogar las leyes que prohíben la pedofilia, adoctrinar a los niños y futuras generaciones a través de la educación pública y dar los beneficios legales del matrimonio a dos o más personas que afirmen tener tendencias homosexuales.»

      Alan Sears y Craig Osten, presidente y vice-presidente de la Alliance Defense Fund (organización americana cristiano-conservadora sin ánimo de lucro), ofrecen otra caracterización de la agenda homosexual:
«Se trata de una agenda que básicamente fue establecida a finales de la década de 1980, a través de un libro llamado ‘After the Ball’, en el que se fija un plan de seis puntos sobre cómo transformar las creencias de los americanos normales con respecto a la conducta homosexual — en un marco de tiempo de una década…. Ellos lo admiten en privado, pero no lo dirán públicamente. En sus publicaciones privadas, los activistas homosexuales dejan muy claro que sí existe una agenda.

No cree que sería más provechoso dejar quieto  un rato los conciertos de alabanza y su pequeña ofrenda de $10, o la «interesante»discusión teológica si Judas se salvo o no se salvo,  y  discutir en los programas de radios y televisión cristiana, los seis puntos de la agenda homosexual y pensar en el cómo podemos contrarestarla? O será que lo espirituflaitico no nos permite ver la realidad afuera de la burbuja de cristal de nuestro Evangelicalismo?  ¿Será que no podemos aterrizar la doctrina a la vida cotidiana?

thEl pivot de los Washington Wizards de la NBA, Jason Collins, se convirtió en el primer deportista activo de las ligas profesionales de Estados Unidos que cuenta públicamente que es homosexual

«Soy un pivot de la NBA de 34 años. Soy negro. Y soy gay», dijo Collins en una entrevista concedida a la revista Sports Illustred, en la cual su sorpresiva confesión es tapa.

El jugador de los Lakers Kobe Bryant respaldó la revelación de Collins y dijo estar «orgulloso» del pivot. Asimismo, llamó a «no sofocar lo que eres por la ignorancia de los demás». «Estamos orgullosos de que él haya asumido el liderazgo en este tema tan importante», expresó en la misma línea que la estrella de los Lakers el comisionado de la NBA, David Stern.

La tenista Martina Navratilova, que reveló su homosexualidad tras su retiro, definió a Collins como un «activista» y aseguró que de ahora en más, el pivot va a dormir «mucho mejor» y agregó que la libertad «es un dulce sentimiento».

«Estoy orgulloso de considerar a Jason Collins como un amigo», dijo Bill Clinton a través de su cuenta de Twitter.

Le dejo los seis puntos de la agenda gay que entraron en vigencia desde 1980:

  1. Hablar de los gays y lo gay tan alto y tantas veces como sea posible…
  2. Mostrar a los gays como víctimas, no como desafiantes agresivos…
  3. Dar a los protectores de los homosexuales una causa justa…
  4. Hacer que los gays parezcan buenos…
  5. Hacer que los que los victimizan parezcan malos.
  6. Conseguir fondos de instituciones, presidentes y organizaciones internacionales.

homofobia-y-actualidad

¿Qué haremos el 17 de Mayo? ¿Contar chistes de las suegras o discutir si fue manzana o ciruela la fruta del arbol prohibido?

Recomiendo un libro para aquellos que tenemos hijos varones:

libro

El libro trata una serie de temas relacionados con la educación de los hijos varones. ‎Ustedes se preguntaran: Y que de las niñas? La respuesta es simple: Si golpeas al pastor, ‎se esparcen las ovejas. Una vez que se daña al varón como cabeza de familia, la ‎consecuencia directa es dañar a todo la familia y de allí todos los demás problemas ‎sociales y morales que nos afectan hoy en día. Es por eso que los movimientos ‎Feministas, Homosexuales y Postmodernistas tiene como foco central el ataque a los ‎hombres (de todas las edades) y luego crear una sensación de rivalidad y división donde ‎nunca ha habido tal cosa.‎

El libro cubre muchos aspectos: los recientes descubrimientos científicos sobre las ‎diferencias orgánicas y neurológicas de los hombres y las mujeres, la importancia del ‎padre y las consecuencias de su ausencia en aspectos relacionados con la salud mental y ‎criminalidad, las madres y los hijos varones, los orígenes del homosexualismo, y muchos otros temas.‎

Bendiciones

Jairo, la golondrina y la cabina aérea

GolondrinaCB1_RECS_Sep06Si no estuvo ayer en la naza le cuento un poco lo que paso.  Ya casi terminan la cabina en la parte superior de atrás de la nave, no hay duda, el que sabe, sabe, y a Mauricio Valencia le está quedando preciosa esta primera fase de la reconstrucción.  Compartimos el pan y el jugo de uva recordando una vez más que somos un sólo cuerpo  por su sangre y que él viene pronto.  Además hubieron un par de  cosas que me llamaron la atención, una de ellas es el entusiasmo de los jóvenes para el evento que viene con el pastor Navas (que en una próxima entrada escribiré algo), también el proyecto C de las alcancillas, waoooo tremenda idea.  en segundo lugar la golondrina que murió durante la predicación del  segundo culto (que momento y lugar para morir) .  Y en tercer la historia de Jairo en  el pasaje de Lucas 8:40-56.

Usted la ha escuchado ya en más de alguna ocasión, el doble relato en ese episodio.  Picados por algunos principios que los coloco para no olvidar:

1. La sinagoga es segundo, tu familia primero.

En la lectura se puede apreciar el gesto paternal de Jairo, al correr en busca de solución por su pequeña hija, única.  No le importa el que dirán en la sinagoga, no importa la distancia a correr, no importa que sus rodillas toquen suelo.  Waoooo, que lección para aquellos eruditos de la empresa, magnates del negocio, esclavos del trabajo, los cuales cuidando más la plata, dejan que sus hijos agonicen.

2. Nombre y estatus no sirven en asuntos de fe.

Lucas es enfático en colocar el nombre de aquel hombre: Jairo, «iluminado»  Mire que no  había mejor nombre para desfilar en la pasarela de importancia y sabiduría de aquel pueblo, como el que sus padres le pusieron;  ese renombre le había colocado en la posición en la que estaba, y que posición, no olvide que era «el Jefe» de la sinagoga, el que estaba en lo más alto.  Llegar ahí no era para cualquiera.  Pero ni su nombre, ni su estatus le permitían avanzar en el seguimiento a Jesús en medio de la prueba que tenia, solo, solo el gesto de POSTRARSE y CREER.

3. Esperar es más facil cuando no se es JEFE.

Jesús le enseña a Jairo en complicidad con la mujer del flujo de sangre, que creer a él es aprender a esperar.  Si se tardo diez minutos en la platica y el milagro con la mujer, a esas alturas, Jairo ya no tenía uñas, hasta que el Galileo continuo el camino. Renunciar a la impaciencia. Y eso es dificil para Jairo que está acostumbrado a dar ordenes.  Estoy seguro que es aquí donde reprobamos la materia en segunda, somos impacientes y queremos el milagro «hoy».

4. Aunque los vecinos se enojen, se me quedan afuera.

Jesús continua enseñandole a Jairo lo que significa creerle, no sólo tiene que aprender a esperar, sino que debe aprender que ni su familia, ni sus amigos, ni sus vecinos pueden satisfacer su necesidad, sólo Jesus.  Al llegar no permite que entre nadie más sino ellos como padres y los tres aprendizes del maestro.  Estoy seguro como lo dijera el domingo, que más de alguno de la familia se enojo porque lo dejaron fuera.  Jairo tuvo que aprender que sólo Jesús podía hacerle avanzar en fe en medio de la prueba, ni siquiera la «Tía paulita» que tanta ayuda con los pampers había dado desde que nació la pequeña.

5. Cuando los flautistas ya no te llenan, es que has aprendido a creer en Jesús.

Una de las instituciones coloquiales de la epoca eran los flautistas y plañideras.  No podían faltar en los velorios, eran necesarios, su musica y su llanto eran parte del evento.  Marcos es más enfatico cuando dice que los echó afuera.  Cuanto debemos aprender que el único que satisface nuestra sed es Jesús, ni siquiera la estructura u organización humana más preciada y respetada lo puede hacer.  Esto es una advertencia para aquellos que clavan su esperanza en la estructura y cuanda ésta se vuelve oxidad y ya no les llena, se estancan.  Jairo aprendió que creerle a Jesús tenía que ver con aprender a renunciar a la estructura necesaria y prestigiosa de los flautistas.

6. Una voz y otra voz, no son dos voces, son ruido.

La ultima lección de Jairo es aprender a poner en su lugar a las voces que se levantan y no le permiten escuchar la voz del galileo: «No temas, sigue creyendo»  Lucas dice que Jairo escucho la voz del que le decía: No molestes más, ella murió.  Y también las burlas en la casa.  Jesús le enseña lo que ya había aprendido en la platica con la mujer del flujo de sangre: No importa lo que los demás digan, lo que importa es lo que yo diga: «Niña, levántate.»

Bueno los dejo hasta aquí, bendiciones.