En honor a Salvador Fonseca

th (13)«Se nos adelantó»  El día de ayer estuve presente en el culto de gratitud por la vida de nuestro hermano Salvador Fonseca (Padre).  Miembro de la iglesia Nazaret, miembro del consistorio en años anteriores, pionero y servidor de ministerios como, Escuela Cristiana para sordos y consejería.  Fue una experiencia agradable poder saludar a su esposa e hijos, y concordar que el ejemplo de esposo y padre es una de las características que quedarán en la retina de los miembros de la iglesia.  El Salmo 23, el mismo que enseñara a sus hijos siendo pequeños, es el que leimos y compartimos, el mismo que habla de la casa de Jehová, lugar donde ya mora con gran esplendidez.  En lo personal, juntamente con mi esposa, estamos agradecidos pues el formo parte de un episodio de la niñez de Raquel, trayendo alegría y esperanza en una fría navidad.  Gracias Hno. Salvador.

Dios consuele a la familia.

Controlar a las personas: el pecado más viejo

th (12)¿Hasta donde podemos estirar la imagen que la biblia usa para referirse a los pastores y las ovejas?  No entenderla o torcerla, nos llevará siempre al pecado de la idolatría, manipulación, autoritarismo o control;  pecado más viejo que el de Noé, acostándose con sus hijas para tener sexo.  En el corazón de todo ser humano hay un deseo de control, de dominar; y este toma su mayor efervescencia cuando se trata de la vida de otros.  Dentro de la iglesia evangélica, en los últimos tiempos, debido a una raquítica exégesis de pasajes e influenciado por movimientos controladores como los G12, redes de cobertura, han sometido, abusado y violado la libertad que Cristo ganó con su sangre.

Platicando con un ex-compañero, me compartía la dinámica que un miembro de la iglesia nueva a la cual había llegado a trabajar, de llevar una carpeta por persona para que el pastor vaya anotando todas las acciones semanales de la vida personal, familiar y laboral del miembro de la iglesia (Al estilo F.B.I.)  dinámica a la cual la iglesia estaba acostumbrada de su antiguo pastor.  Le costó un proceso de meses, enseñarle a la Iglesia que el evangelio que vivimos es un evangelio de libertad, de intimidad personal con Cristo, y que la dinámica «policíaca» no es necesaria.  Volví a los archivos de un pastor que escribió de dicho asunto, el cual dice:

Tenga cuidado con los pastores y pastoras  autoritarias

¿Qué tipo de persona es el líder autoritario?  ¿Cómo los podemos reconocer? ¿Cuál es el perfil de estos tiranos disfrazados de pastores?  ¿Quiénes pueden llegar a caer en sus manos? ¿Qué tipo de personas son propensas a ser sus víctimas?

La respuesta al primer punto es que no hay un perfil definido para reconocer a estos pastores. Suelen ser muy distintos entre sí y tener pocas cosas en común. Si queremos identificar a los pastores abusivos tenemos que aprender esta lección: No nos guiemos por las apariencias externas pues puede tratarse de cualquier persona, en especial del tipo en que todo se ve bien por fuera. Para aprender a reconocerlos tenemos más bien que conocer qué tienen en común. Sin importar doctrinas, denominación, iglesia, rito, secta, o estilo de predicación, la característica inconfundible de los líderes autoritarios es ésta: ejercen un fuerte control sobre sus congregantes para sacar provecho personal. En otras palabras, tienen una mentalidad tendiente a dominar y manipular la conciencia de la gente para obtener algo de ella.  Manipulan la conciencia, las creencias, las expectativas, las necesidades y en especial la Biblia. Manipulan los sentimientos, las emociones y el respeto que sus seguidores sienten hacia ellos. Este espíritu o mentalidad de control no es un pequeño defecto de carácter o algo que se hereda o que se adquiere por contagio o accidente. Es más bien la consecuencia de una vida de egocentrismo perverso.

La Biblia nos muestra ejemplos de esta obsesión por controlar a la gente en las vidas de líderes religiosos como Jezabel, el rey Saúl y Jeroboam. Saúl, un dirigente del pueblo de Israel, tenía obsesión de ser siempre el más importante [1Samuel 15:12; 15:30; 18:6-8]. Tenía tanto miedo de perder su posición que vivía en una constante preocupación. Eso lo llevó a implantar un opresivo sistema de gobierno sobre el pueblo de Dios para vigilar que nadie fuera a llegar a ser tan popular como él [1Samuel 18:9-12; 19:1; 20:30-33; 22:17-18]. Jeroboam, por su parte, creó un sistema religioso para controlar a las multitudes y seguir teniendo la posición cómoda y próspera de un rey. Así tendría ganancias económicas, un trato especial y poder [1Reyes 12:26; 28-33]. La avaricia y el materialismo del pastor Jeroboam lo llevaron a ejercer un autoritarismo tan fuerte que aun agredió y persiguió a gente justa e inocente [2 Crónicas 13:8-9].

Este tipo de control autoritario es egoísmo en su máxima expresión. Es el hombre queriéndose hacer como Dios, al exigir obediencia absoluta. En contraste con todo esto, vemos que Cristo, siendo el Hijo de Dios, no tuvo un espíritu de control; aun cuando en una ocasión vio que varios de sus discípulos se iban, no los persiguió ni los amenazó. Tampoco montó una campaña de difamación en su contra para oprimirlos y hacerlos volver al redil. No comenzó a tirar sus trapos al sol para avergonzarlos o ganar terreno. Es más, aún preguntó a Pedro y a los pocos que le quedaban, si también ellos se querían ir. Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? Juan 6:66-67

Jesús tampoco actuaba como tirano ni manipulaba los sentimientos de la gente para extraerle dinero. No estaba cada dos semanas diciendo a sus discípulos que él era la autoridad. No tenía necesidad, pues los discípulos lo sabían. La autoridad de Cristo venía del servicio, del amor desinteresado y de la unción que había sobre su vida [Mateo 20:25- 28; Juan 15:12-13; Hechos 10:38]. Aunque él instruía, corregía y mantenía una disciplina entre los discípulos, siempre les enseñó que las Escrituras y el Padre eran la máxima autoridad espiritual [Mateo 16:23; Juan 14:28; 5:39].

Es fácil ver por qué los líderes y grupos autoritarios siempre tienen que estar adoctrinando casi hasta el punto de la obsesión a sus pupilos diciéndoles que tienen que estar sujetos a ellos y que ellos son los “ungidos” de Dios. Es porque simplemente no tienen ninguna autoridad espiritual y eso se nota. Por eso tienen que convencer a sus iglesias casi cada semana de que les hagan caso. ¿Qué razones puede tener un líder espiritual para querer controlar a las personas? Existen muchas, pero todas se resumen en una: satisfacer algún deseo egoísta. Es decir, la persecución contra los abusadores tenía dos fines. Uno psicológico y otro pragmático.

El Nuevo Testamento, en 3ª de Juan 9-11, nos narra la historia de un líder de la Iglesia, llamado Diótrefes, un sujeto que expulsaba a los congregantes que no se sometían a sus caprichos. El también difamaba a los que se oponían a sus maldades enseñoreándose de la Iglesia. ¿Por qué actuaba así? El apóstol Juan nos dice en el versículo 9 que a Diótrefes le gustaba “tener el primer lugar” en la congregación. Su pecado y motivación eran la vanidad. También existen dirigentes, a quienes el orgullo los mueve a controlar a otros. Quieren ser considerados “exitosos”  (Que saben más que los otros, que ellos son los estudiados, que a ellos Dios los escucha, pues andan en santidad y los otros no)

La doctrina de “eres un rebelde si no me obedeces” hará su aparición y comenzarán las manipulaciones, la presión grupal, y el miedo infundido por medio de amenazas religiosas. Quizá se recurrirá también a difamar y ensuciar la reputación de aquellos que se fueron para que a lo menos la gente no siga su ejemplo.

 Las formas en que una organización religiosa o un ministro cristiano pueden ejercer control y enseñorearse sobre sus congregantes por lo general se resumen en dos: métodos de manipulación y doctrinas autoritarias.

Los métodos de manipulación son formas o maneras de presionar a la gente y llevarla a hacer lo que quieren. Las doctrinas autoritarias son enseñanzas, a veces mezcladas con perversiones de conceptos cristianos o versículos bíblicos, que tienen el objeto de provocar una especie de lavado de cerebro; un severo adoctrinamiento que puede lograr que las personas dejen de utilizar su razón, inhiba su capacidad de decisión propia y lleguen a llenarse de un temor supersticioso al líder.

Es clásico que los malos pastores manchen la reputación de las personas en cuestión de segundos , pues solo así podrán lograr que la gente los rechace. Puede ser que culpen a sus ovejas de ser “rebeldes” o quizás les digan que “no tienen a Dios”. Si esto no funciona, entonces pueden acusarlos de deslealtad a la iglesia. Comúnmente utilizarán difamaciones fuertes y que causen impacto entre su audiencia. Alarmantes acusaciones de que la persona está  «en pecado» o “endemoniada” son comunes.

Por otro lado está la manipulación emocional.  Puede ser que lo rodeen de halagos y apelen mucho a sus sentimientos con frases como: “Los amamos mucho”, “Acuérdense que hemos sido amigos”, “No nos dejen solos”.  Muchos estudiosos del fenómeno religioso han constatado que es común el método de sembrar la duda para producir temor. “Estoy preocupado por ti”, es una expresión que suelen decirle a quien ya no quiere seguir en el juego de algún mal pastor. “Estoy orando por ti”, “Tengo una revelación de que estás en peligro”, “Siento que algo anda mal en tu vida”. En fin, todo lo que pueda sembrar dudas y confundir, terminará despertando los miedos del ser humano y todos sabemos que cuando el hombre es controlado por el miedo, no es libre para actuar. Esto es lo que buscan los líderes autoritarios. Existen también por lo general mecanismos de rendición de cuentas e instancias superiores que puedan supervisar, corregir, o en su caso destituir a alguien que abusa de su posición de autoridad. Les conviene mas hacerle creer a la gente que “Dios enseña que se les debe obedecer en todo y jamás cuestionarlos”.

Rebeldía Santa

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El día de ayer abríamos la palabra en la vida de Daniel, tratando de encontrar principios de vida que nos inspiren a seguir corriendo la carrera de la fe.  Entre los detalles que encontramos en este tremendo libro, resalta la fe solida del joven, hombre, profeta.  Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la comida del…. ¿Y de dónde salió esa fe tan robusta de un jovencito de quince años?  ¿Quién le inspiro a vivir de esa manera?  Muy probablemente tuvo tres o más fuentes de inspiración:  El cercano rey Josías que trajo una reforma en días anteriores, del cual todo el pueblo hebreo aún ha de haber hablado y encontrado fuerzas para vivir una fe viva, sus padres, aunque no nos dice mucho de ellos, sin lugar a dudas estamparon el temor de Dios en su corazón; sea como sea, la fe de éste joven tuvo su origen en la inspiración de otros gigantes de fe.

Esto nos hace preguntarnos. ¿En quien nos inspiramos para ser mejores creyentes?  ¿Quienes a nuestro alrededor están marcando, afectando, inspirando nuestra manera de vivir?  Siga llevándose con chismosos y será uno de ellos; siga caminando entre amargados y será uno de ellos.  No será? que no hay nada sobrenatural en nuestra vida, porque lo que recibimos de influencia de otros es pura carne, y entonces de dónde tendremos inspiración para vivir una fe viva, si estamos rodeados, dedicamos tiempo, horas a pasar con derrotados y toda clase de personas que no traen inspiración espiritual.  ¿Quiénes te están inspirando?

Lo asombroso de la vida de Daniel es la convicción con la cuál vive su fe.  Pues usted sabe, que no sirve de mucho tener conocimiento bíblico si no se está dispuesto a morir por lo que creemos.

En el 6: 10 dice: Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara…se arrodillaba tres veces al día y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.

Eso se llama rebeldía santa.  Violentar, desafiar el edicto real, sin importar lo que venga.  No hay duda lo que sostenía a Daniel era su fe en Dios, en medio de los leones, en medio de 80 o más años de pruebas para él y su pueblo.  Ya no es el mismo jovencito del cap. 1, han pasado quizá unos setenta años, pero su fe sigue siendo la misma, la misma intensidad, la misma profundidad.   En la prueba mas oscura, el escritor bíblico dice en el 23: …porque había confiado en su Dios.!!!!  Cuánto necesitamos que se levante Daniel en medio de los jóvenes y hombres.

Cómo lo dijera Marcos Vidal en su canto:  Buscadme y viviréis:

Si mi pueblo se volviese y me buscase
renovando así su entrega y su fé,
si me amasen como aman sus caminos,
si olvidasen los rencores del ayer,
Yo abriría las ventanas de los cielos
y la tierra hoy vería mi poder,
mientras tanto aún repito como antaño:
buscadme y viviréis.

¿Dónde esta aquel Daniel que me adoraba?

Cuando estés cansado

Mel-Gibson-Jim-CaviezelQuisiera tener la fe de algunos hermanos de la iglesia, parecen de hierro, nunca lloran, no se angustian, no se cansan (eso parece) de seguro su fe se ha desarrollado a un nivel espiritual admirable o de seguro fieles a su estilo, no quieren aceptar que en el trayecto de la carrera hay días grises, cansancio, deseos de tirar la toalla, razones, abundan.  Me alienta la historia de Elias camino a Horeb, narrada en el 19 de 1 de Reyes.  Me encanta la trama, su contexto y las lecciones.  Está cansado, desubicado, frustrado.  Oh! cuántos días como esos hay en la carrera del creyente.  En la narración hay un episodio que me alienta y va de la mano con la fotografía de Mel Gibson:  Vrs. 5, después que ha declarado las palabras por las cuales muchos ahora fueran expulsados de la iglesia o por lo menos vistos como pecadores, faltos de fe o débiles:  Basta ya!!! Quitame la vida…..  UN ÁNGEL LE TOCO.  Es una palabra interesante en el original.   No es un simple toque, este lleva un involucramiento no solo emocional sino de energía.  En buen salvadoreño es un abrazo.  

Aquí está el principio que se encuentra encerrado en el episodio del desanimo de Elias:  El Señor está ahí para abrazarte en los momento de tu cansancio.  Te abraza y te abrazará siempre.  Ayer estuvo ahí, hoy estará contigo y mañana lo hará también.   Cualquiera que sea tu situación:  El Está para darte nuevas fuerzas.

El te entiende, pues sufrió, fue golpeado, conoce el sabor de la sangre por el sufrimiento y eres lo más importante que él tiene.

Búscalo en la intimidad

 

¿Quién se ha llevado mi queso?

th (9)Ante creyentes que buscan obtener los mismos resultados haciendo lo mismo, e iglesias que se resisten a cambiar formas y estrategias, creo necesario para todo creyente,  leer el libro de Sepencer Johnson. Hace algunos años vino a mi mano el libro que se resume así:

Había una vez dos ratoncitos y dos hombrecillos que vivían en un laberinto. Estos cuatro personajes dependían del queso para alimentarse y ser felices. Como habían encontrado una habitación repleta de queso, vivieron durante un tiempo muy contentos. Pero un buen día el queso desapareció…

Esta fábula nos enseña que todo cambia, y que las fórmulas que sirvieron en su momento pueden quedar obsoletas. El «queso» del relato representa cualquier cosa que queramos alcanzar «la felicidad, el trabajo, el dinero, el amor» y el laberinto es la realidad, con zonas desconocidas y peligrosas, callejones sin salida, oscuros recovecos… y habitaciones llenas de queso.

Pienso que la principal razón por la que no buscamos la excelencia en lo que hacemos se llama: MEDIOCRIDAD. Claro que hay una diferencia en la obra de Dios: Creyentes que buscan la excelencia y creyentes acostumbrados a abrir las manos para esperar que les den, amigos cercanos de la mediocridad.  Cruel conclusión cuando la culpa de su mediocridad se la tiran a Dios o a otros.

No olvide que “En el país de los ciegos, el tuerto es el rey”. Qué hace la diferencia entre un atleta que solo participa y otro que rompe marcas de tiempo o puntuación? Las horas extras de entrenamiento. Qué hace la diferencia para tener una familia exitosa y otra disfuncional? Los tiempos extras de calidad para las relaciones! Qué hace la diferencia en una empresa exitosa y otra que subsiste o está en quiebra? Los productos y servicio extraordinario que brinda!

Por qué no todos están dispuestos a dar eso “extra”? porque requiere esfuerzo!

Cualquiera que se atreva a esforzarse más y mejor en lo que trabaja, sea un empleo, un matrimonio, una familia, una empresa, una carrera universitaria, una profesión, un ministerio o liderazgo, más temprano que tarde recibirá su recompensa por lo invertido.

La mediocridad no es hacer las cosas mal, sino con un esfuerzo promedio.

Jesús estableció “La milla extra” como un nuevo paradigma de desempeño y excelencia:

“A cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos”. Mateo 5:41 RV95

La milla extra requiere un 200% de rendimiento del promedio. Por eso, solo la consiguen aquellos que están dispuestos a esforzarse para hacer más de lo que están obligados a hacer.

Alguien de pronto dijo:  «Hemos acostumbrado a un país a abrir las manos para recibir el vaso de leche, los uniformes y utiles escolares»  ¿No se repetirá esa conclusión dentro de la Iglesia?

 

En memoria de Rafaél Herrera (Padre)

alas_001Esta mañana hemos visto partir en su último vuelo a nuestro hermano Rafaél Herrera(Padre).  Como asomarse a una ventana de ensueño ha sido el acto en honor que la Fuerza Aérea le ha concedido.  Es un honor haberle tenido como miembro de la Iglesia y haber compartido la esperanza de aquel que un día le llamo a ser soldado.  Como Pablo lo dijera a su hijo espiritual Timoteo,  en 2 Timoteo 2:3-4  al recomendarle las cualidades que vimos modelar en la vida de «lito» como le decía su familia y compañeros de aviación:

1. Dispuesto a pagar el precio en la batalla.  No tengo la menor duda que por su formación, el hacerle frente a los desafíos era pan común en su vida cotidiana, aprendió a hacerles frente tomado de la mano de su Señor y Salvador.  Un buen soldado.  Tu como buen soldado, sufre penalidades.

2. Dispuesto a agradar a Cristo.  Algo había en el fondo de su corazón que le movía a no enredarse con cualquier otra filosofía o sentimiento que le perdiera de agradar lo que soñaba y defendía.  Con la mano de Cristo, aprendió a agradar a su Señor hasta el ultimo minuto, en el cuál expresó: Quiero irme a casa.  Ninguno que milita, se enreda en otras cosas, a fin de agradar a aquel que lo llamó.

Nos unimos a la esperanza de verle un día y adorar juntos al que venció la muerte primero.

jemgfas_headerCORONEL RAFAEL ANTONIO HERRERA

Nacio en San Salvador, el 20 de Noviembre de 1931, hijo de don Juan Herrera y doña Mercedes Véjar.

Ingresó a la Escuela Militar el 2 de febrero de 1947. Ascendió a Cabo el 19 de noviembre de 1950 y a Subteniente el 15 de noviembre de 1951, causando alta en la FAS como alumno a Piloto Aviador en la misma fecha, graduándose como tal el 12 de noviembre de 1954, fecha en que también ascendió a Teniente.

En 1954 realizó Curso de Piloto Aviador en la Base Aérea de Goodfellow, Texas, EE.UU.

En julio de 1955, realizó Curso de Estado Mayor Aéreo en Maxwell AFB, Alabama, EE.UU.

El 17 de Diciembre de 1958, ascendió a Capitán.

El 15 de Enero de 1960, ingresa como alumno de Primer Año del Curso Regular 1960/61 de la Escuela de Comando y Estado Mayor «Dr. Manuel Enrique Araujo».

El 7 de Febrero de 1961, fue nombrado Piloto Instructor de Vuelo y un día después es nombrado Comandante de Escuadrilla.

El 12 de Enero de 1962, realiza el Segundo Año en la Escuela de Comando y Estado Mayor «Dr. Manuel Enrique Araujo, obteniendo el 2º. lugar, motivo por el cual, en noviembre de 1962, le fue entregado el premio de «Ministro de Defensa».

El 2 de Febrero de 1963, es nombrado como colaborador del Departamento IV «Logistica del Estado Mayor General de la Fuerza Armada».

El 2 de julio de 1963, realiza estudios en la Escuela Superior de Guerra de Civitavecchia, Roma, Italia.

El 21 de Diciembre de 1963, ascendió a Mayor.

El 1 de Enero de 1964, es nombrado Agregado Aéreo en Roma.

El 30 de julio de 1965, es nombrado colaborador del departamento IV “Logistica del Estado Mayor General de la Fuerza Armada».

El 1 de Enero de 1966, funge como Segundo Jefe del 7º. Regimiento de Infantería en Chalatenango.

El 31 de Agosto de 1966, es nombrado Tercer Jefe, Pagador y Jefe del Detal de la Plana Mayor de la Comandancia General de la Fuerza Armada.

El 31 de Agosto de 1967, es nombrado Secretario en el Estado Mayor General de la Fuerza Armada.

En septiembre de 1967, por Acuerdo Ejecutivo No. 564 en el Ramo de la Defensa, fue nombrado Director Suplente de la Junta Directiva de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA).

El 23 de Diciembre de 1967, ascendió a Teniente Coronel.

En mayo de 1968, le fue entregado el premio «Subsecretario de Defensa» por haber obtenido el 3er. Lugar en la Competencia de Tiro con pistola reglamentaria Browning, realizada en el Polígono de Tiro del Estado Mayor General de la Fuerza Armada (EMGFA).

El 10 de Octubre de 1968, es nombrado Gerente del Aeropuerto Internacional de Ilopango.

El 8 de Octubre de 1969, viajó en Misión Oficial a Panamá.

El 2 de Septiembre de 1970, funge como Secretario del Estado Mayor General de la Fuerza Armada.

El 5 de Enero de 1971, Ocupa el cargo de 2º. jefe de la Plana Mayor de la Comandancia General de la Fuerza Armada.

En mayo 1971, le fue entregado el premio «Presidente de la República», por haber obtenido el 1er. lugar en la Competencia de Tiro con Pistola Reglamentaria Browning, realizada en el polígono de tiro del EMGFA.

En agosto de 1971, acompañó al señor Presidente de la República, General Fidel Sánchez Hernández, en su gira por los países de Centro América, en calidad de Embajador en Misión Especial.

El 4 de Diciembre de 1971, es nombrado Comandante de la Fuerza Aérea Salvadoreña.

El 30 de Diciembre de 1971, ascendió a Coronel.

El 7 de Abril de 1972, es nombrado Jefe del Departamento V (Relaciones Públicas) del Estado Mayor General de la Fuerz Armada.

El 3 de julio de 1972, funge como Jefe del Departamento I “Personal del Estado Mayor General de la Fuerza Armada».

En noviembre de 1972, le fue conferido el premio «Subsecretario de Defensa, por haber obtenido el 2do. Lugar en la Competencia de Tiro con Pistola Reglamentaria Browning, calibre 9 mm entre señores Jefes y Oficiales.

El 1 de Diciembre de 1972, pasa a Situación de Disponibilidad.

El 31 de Diciembre de 1973, causó baja en el Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada.

El 31 de Diciembre de 1976, causó alta en el Ministerio de la Defensa y Seguridad Pública como Secretario General (Oficial Mayor).

El 25 de Septiembre de 1978, es enviado en Misión Oficial a Corea y Taiwán.

El 7 de Noviembre de 1978, según Acuerdo No. 282, la Asamblea Legislativa se le concedió permiso para aceptar la condecoración “Corbata Especial de la Orden de la Bandera Resplandeciente”, que le confirió el Ilustrado Gobierno de China (Diario Oficial Nº. 4 de fecha 08 de Enero de 1979).

El 16 de Noviembre de 1978, según Acuerdo No. 303, la Asamblea Legislativa le concedió permiso para aceptar la condecoración “Medalla Sam Il Chang” de la Orden de Seguridad Nacional, que le confirió el Ilustrado Gobierno de Corea.

El 19 de Octubre de 1979, en disponibilidad en el Estado Mayor General de la Fuerza Armada.

El 7 de Mayo de 1980, de baja por estar pensionado.

El 31 de Agosto de 1984, causo alta como S-IV, Pagador y Guarda Almacén del Estado Mayor de la Segunda Brigada de Infantería (Segunda Zona Militar).

El 4 de Febrero de 1985, es nombrado colaborador del C-I “Personal del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada».

El 31 de Diciembre de 1989, causó baja por estar pensionado.

16 de Octubre de 2013, Jesús, su Señor y Salvador le llamó a su presencia.dibujos_menu

A ti que hablas de mí

ladronaMe pareció interesante:

Me encantaría que esta entrada llegara a tus manos, a tus manos, querida ladrona  que has violentado mi nombre y abierto de par en par todos mis cajones.  Ayer me di cuenta que sigues hablando de mí, no es la primera vez, y como una quimera insegura-insegura-no hay otra manera de llamarte, pues solo tus inseguridades pueden explicar las palabras que has pronunciado y que con veneno has regado en la vera de mi camino.  Antes que te sigas hundiendo en el infierno del chisme, quiero escribirte:

No me conoces.  

Tendrías que conocerme para decir lo que dices de mí. Haré demencia y olvidaré tus episodios donde necesitabas una palabra de animo cuando tu familiar falleció, o quizá ya se te olvido que ahí estuve yo cuando te dieron la noticia de la muerte de tu esposo, el primero que te dio una palabra de consuelo y un brazo para apoyar, fui yo.  Por eso, la sentencia que pronuncias sobre mí, que soy inhumano, falto de cariño y tacto para tratar a las personas me ha calado tan hondo.  Discútelo si tienes valor, con «objetividad»  con los parásitos que se te acercan para engrandecer al monstruo que han creado alrededor de mi nombre; pregúntale: cuando le faltaban unos cuantos dolares para la comida, de dónde aparecieron.

Se hubieran  ahorrado el trabajo de romperme la imagen de persona importante y distinguida, si te hubieras dado cuenta antes,  que el prestigio, el renombre y el título me parecen las  cosas más estúpidas del mundo.   Sólo basta que digas que soy homosexual o que suelo acostarme con cuanta mujer me salga al paso,   No me conoces.  A lo único que quizá le has atinado es a la demoníaca habilidad para gastar el dinero más de prisa de lo que lo gano. Yo pecador me confieso a ti, ladrona de dignidad.  Tu  chisme  y mi cobardía al no confrontarte es la mezcla perfecta que da vida a estas ligeras palabras: Me das lastima.

Hoy que me he dado cuenta lo que hay en tu corazón,   algo se revolvió en el fondo de mí. No contra ti (o, al menos, no sólo contra ti), sino contra tu estilo de vida y este mundo que estás construyendo.  Un sistema lleno de personas desconfiadas, inseguras, que para poder sobresalir chupan la sangre de otros, quitando les del camino. Por eso me gustaría preguntarte: ¿Antes de hablar de mí, te pusiste a pensar si en verdad me conoces?  ¿Antes de asegurar que no tengo tacto de tratar a las personas? ¿Te pusiste a pensar en lo que tu palabra ocasiona en la mente de otros inseguros como tu? .   No tengo idea dónde terminará tu vida si sigues con el jueguito de buscar defectos en otros para sobresalir tú. O quizá tu conciencia esté pulverizada ya por esa droga del chisme que tanto te encanta.

A ti querida ladrona, una palabra de gratitud, pues sin tus chismes y declaraciones sangrientas, no me hubiera dado cuenta que todavía estamos de este lado de la eternidad, donde la lengua ligera, envidiosa, y chismosa gobiernan.

 

 

No estoy cansado de la vida, sino harto de vivir

th (8)No hay duda, la vida se vuelve difícil de transitar en ciertos tramos y épocas de ella.  No se ponga espiritualoide y venga a decirme que «el creyente nunca se cansa» «que el creyente nunca atraviesa valles» «que quizá es porque el creyente anda en pecado y por eso siente que la vida se vuelve difícil de vivir».  Jesús mismo describió la vida de esta manera:  En ella encontrarán aflicción  θλῖψιν (de la raíz aplastar, prensar).

Es una realidad, hoy cada vez más, como creyentes nos encontramos expuestos al stress de la vida que marchita, aplasta, tritura, la espiritualidad del más atrevido.  Gracias por Jesús que camina en medio de esos valles y nos refresca y coloca nuestros pies en la roca más alta.

Una noticia muy cercana a nuestra década  y al tema de esta entrada es la del Teólogo Hans Küng, quien aquejado por la enfermedad de Parkinson ha declarado a sus 85 años de edad: «no quiero seguir viviendo como una sombra de mí mismo».

Dicen:

El cansancio es un factor debilitante que no solamente afecta nuestro físico, sino que podría repercutir aun en el area mental, emocional y espiritual. Existen muchas personas cristianas que padecen del cansancio, los hemos vistos en los cultos durmiento, y también en los grupos familiares, y ya no se diga en las vigilias. En todo el tiempo estas personas están cansadas; es bastante preocupante porque aunque ellos tomen una siestesita de quince minutos, siguen estando igual; se agarran un día de descanso, están siempre cansados; toman vitaminas, y están siempre cansados. Esto es un problema grave, porque si estos creyentes no sufren del cansancio físico, entonces de qué sufrirán. Cualquier persona que notara a alguien que sufre del cansancio, le recomendaría probablemente reposar más su cuerpo, o tomarse unas vitaminas para el cansancio. La recomendación es buena, pero la verdad no todos sufren del cansancio físico, hay otros cansancio que no son físicos, y tiene que ver en lo más recóndito del alma.

El cansancio físico es algo muy natural en la vida como producto de un intenso trabajo efectuado durante un día largo. El agotamiento resulta por haber un desgaste de energía en nuestro cuerpo; por el esfuerzo cotidiano por sobrevivir; por tratar de hacer todas las cosas a la misma vez; por trabajar más de la cuenta; y por no darle el reposo suficiente que necesita nuestro cuerpo. Muchos por no tener un balance en sus vidas, están muy cansados para las actividades espirituales; abarcan mucho y poco aprietan. El cansancio físico puede producirse también como consecuencia del cansancio emocional; y existe más la probabilidad a que el cansancio emocional afecte lo físico a que éste afecte lo emocional.

El cansancio emocional resulta por una excesiva preocupación al trabajo que normalmente esto causa estrés y hasta insonmio. El afán por lo que han de comer y vestir se convierte en una preocupación agobiante; toda preocupación desproporcionada altera nuestras emosiones. El aburrimiento, la desilución y la pereza son también síntomas de la fatiga emocional, y estas también debilitan nuestro físico. Muchos creyentes no dedican tiempo a la lectura de la palabra, a la oración porque están cansados emocionalmente.

El cansancio mental surge por las demandas diarias que superan nuestra condición de rendimiento. Cuando ha habido un trabajo o ejercicio mental por muchas horas, nuestra mente se cansa, y es poco lo que pudiera llegar a producir. Los síntomas del cansancio mental empieza a manifestarce de forma clara; la jaqueca y la migraña podrían ser indicios de la fatiga mental. Las preocupaciones, las dudas, la inseguridad, el negativismo causan fatiga en nuestra mente. Pensar en los problemas de la vida resulta preocupación, y la preocupación cansancio, y el cansancio estrés. Es evidente que la mente del hombre está exhausta por preocuparse mucho, pero si su mente lo ocupara en las cosas de Dios para meditar en ellas, hallaría descanso.

El cansancio espiritual es un estado peligroso en la cual muchos cristianos se encuentran, y esto suele ocurrir por la falta de nutrición de la palabra y por el descuido de la comunión con Dios. Cuando estos elementos esenciales se pierden, es cuando el creyente ya no siente sabor a la vida cristiana. Muchos creyentes están cansados del camino; están cansados de llevar la cruz de Cristo, ya se cansaron de hacer el bien, de ser pacientes; esto es síntomas del agotamiento espiritual, y no es que sufran de fatiga crónica, no es estrés, sino es problema espiritual. Existe un montón de gentes cristianas que andan volando abajo, han perdido fuerzas, ya no se alimentan de la palabra, y están en peligro de ser presas del enemigo.

Por tanto, el cristiano necesita urgentemente venir a la fuente de fortaleza, en donde el Señor saciará su alma, de modo que se rejuvenezca como el águila, y asi pueda remontarse en las alturas.

 

 

Maquillelo con un par de criticas

th (7)Leí un pensamiento que me hizo pensar (obvio)

Etiquetar y criticar a las personas dice más de ti y de tus inseguridades que de aquellos que quieres describir.

Estoy completamente seguro que ha conocido más de alguna persona dentro de la organización o la iglesia misma que se lleva el premio mayor por etiquetar y emitir un juicio sobre una persona, y digo, no esporadicamente, suele referirse con insistencia en la vida, aciertos o desaciertos de otra persona.  Es un modus-operandis.  ¿Cuál es la razón de esa practica? ¿Qué hay en el fondo del corazón de esa persona? En la mayoría de casos hay inseguridad.  Es una persona que lucha con su identidad.

Un autor cristiano dice, sobre las personas inseguras:

La inseguridad produce necesidades emocionales irregulares.

Cuando una persona no se siente segura, corre el riesgo de buscar el favor de las personas y de quedar bien con la gente con el fin de llenar el vacío emocional que le produce la inseguridad. Por ejemplo, tomará decisiones en base a lo que cree que le acarreará favor con ciertos individuos, llenando así su necesidad emocional, en lugar de tomar decisiones que redundarán en el avance de la organización. En pocas palabras, la inseguridad busca la popularidad en lugar de la estabilidad.

La inseguridad produce despotismo.

Aquel líder que no está seguro de sí mismo lo intentará cubrir con una máscara de superioridad absoluta. Se la vive recordándole a todo mundo que él es la máxima autoridad, reclamando que todos se sometan a su voluntad y decisión. La razón principal que lo tiene que repetir tantas veces es porque él mismo necesita escucharlo porque se está tratando de convencer que él es la cabeza. Personas seguras no tienen necesidad de estar reclamando su autoridad porque saben quiénes son. No hace falta reclamar la autoridad cuando se sabe que la tiene. Si se tiene que reclamar la autoridad es porque ya se perdió. Las personas inseguras continuamente reclaman su autoridad y viven como dictadores y no como servidores.

 

Idolatrando al pastor

impresionarHay  personas que piensan que el pastor es un fin y no un medio en el Reino de Dios.  Llegan a poner sobre los hombros de los pastores cargas que ningún ser humano las pudiese llevar.  Llegan a esperar de los pastores expectativas que nunca Dios las ha establecido, y no falta alguno que otro pastor que exige sedienta -mente el reconocimiento y la autoridad que nunca Dios lo autorizó.  En buen salvadoreño, hay una idolatría hacia los pastores, olvidándose que estos son instrumentos, imperfectos, frágiles y vulnerables.  La crisis se agudiza cuando los mismos creyentes dejan a un lado principios tales como el sacerdocio de todos los santos, los dones espirituales repartidos en la iglesia y se centran en la famosa e inmaculada idea del «pastor general» o «super pastor» (el caudillo, el cacique).  Como lo dijera Wayne Cordeiro en su libro: «La iglesia como un equipo»...olvidarse que la construcción del edificio llamada iglesia es tarea de todos y no de un super hombre, es cometer un crimen aterrador.

Un pastor escribe:

Observé que algunos colegas en el ministerio llegan al extremo de reemplazar su nombre usual por el de “Pastor” o “Pastora”. Cuando la gente habla con ellos, suelen escucharse frases como “Pues fíjese pastor que el otro día…”; “¡Ay pastora, tengo una bendición que contarle!” El nombre de pila cae en desuso. Solamente en iglesias en donde hay varios pastores se mencionan los nombres, por supuesto precedidos del respectivo título: “Te cuento que el Pastor Roberto después de consultar con el Pastor Mario le está pidiendo a la Pastora Eunice que visite a la hermana Lucy”. He notado con preocupación tal costumbre entre los hermanos de congregaciones tanto en Centro como en Sudamérica, México y el Caribe. Pareciera como si el ser pastor automáticamente nos coloca en un pedestal de honra y gloria que, no voy a negarlo, ¡se siente muy bien! Nada más cuenta, no importa cuánto haces en otro ministerio o si te mataste haciendo estudios universitarios que te ayudaron a obtener un título académico. Todo lo que cuenta es que ¡eres pastor! Al presentar a tu esposa, ella automáticamente también se gana el título de “Pastora” ¡y ni preguntan si en tu iglesia se reconoce a las pastoras!

A diferencia del uso que damos a los títulos académicos como “Ingeniero”, “Licenciado” o “Doctor”, el sustantivo “pastor” nunca fue concebido por Dios para ser usado como un título para anteponerse a nuestro nombre o apellido y menos para reemplazarlo. Ser pastor no es un título. Es una función. Así lo leemos en pasajes como Efesios 4:11. De hecho, en el Nuevo Testamento es más frecuente la referencia a ancianos que a pastores, pero parece que a los líderes de las iglesias actuales no les agrada ese título y prefieren ser llamados pastores.

Pastor y ovejas. Al final de cuentas, lo seductor es la imagen de un pastor y todos los demás como dóciles ovejitas siguiendo incondicionalmente a este amo del redil. Esta es una posición envidiable y la mayoría de líderes han sucumbido a ser identificados con esta figura. Tal engañosa imagen ha hecho que hermanos famosos que cumplen limitadas funciones de verdaderos pastores en sus mega-iglesias (donde ya nadie sabe quien es quién y el pastor es el ser más inaccesible para una oveja entre miles) sigan llevando el título de “Pastor Fulano” o “Pastor Mengano”. Nos hemos aferrado al título sin cumplir la función. Veamos si aun queremos ese pomposo título cuando el Señor nos dirija las palabras de Ezequiel 34, entre las cuales leemos:

«…y ustedes, pastores, escuchen bien lo que les digo: “Yo, su Señor y Dios, estoy en contra de ustedes, los pastores, y voy a pedirles cuentas de mis ovejas. Ya no voy a dejarlas al cuidado de ustedes, ni tampoco ustedes van a cuidar sólo de sí mismos; yo voy a librarlas de la boca de ustedes, para que no se las sigan comiendo» (Ez. 34:9.10)

Dios considera pastores a aquellos que cumplen la función de apacentar, cuidar y alimentar a las ovejas, de la manera que él encargó hacerlo a Pedro (Jn. 21:15-17), no aquellos que por tradición, por cariño o por costumbre se les endilga el título a falta de otro más encumbrado como “apóstol” u “obispo”. Pastor es el que busca y tiene una relación con cada miembro de su rebaño espiritual, y ni aun así se justifica el uso del título. Una iglesia saludable tiene muchos pastores, no uno ni media docena. Estos son personas que cumplen funciones de cuidado espiritual con otros. Los verdaderos pastores no necesitan el título para cumplir la función. Lo irónico es que le hemos dado el título a los que no cumplen la función. A estos les encanta andar en primera clase de aviones, predicando por todas partes, rodeados de guardaespaldas, en salones VIP, lejos de las ovejas que Dios les llamó apacentar.

La Biblia nos llama a honrar y obedecer a nuestros líderes espirituales, pero no usa la palabra “pastores” para identificarlos. Note que cuando la Biblia dice “Acordaos de vuestros pastores” y “Obedeced a vuestros pastores” en cualquier versión Reina-Valera de Hebreos 13 es solamente una distorsión a conveniencia de los editores. Estos hermanos tendrán muchas cuentas que dar al Señor sobre esa desafortunada traducción de estos versículos, los cuales se han prestado para que cientos de “pastores” en los últimos cincuenta años hayan abusado de su posición y sigan cometiendo incontables abusos con hermanos ingenuos que ciegamente los siguen y los obedecen en sus absurdas ocurrencias. Estos abusos incluye prescribir ayunos colectivos, crear falsos “ministerios”, requerir asistencia a actividades y otros no dignos de mencionar. El idioma original no usa la palabra “pastores”, sino el término ἡγέομαι (egeomai) que se traduce mejor como las personas que tienen un rol de liderazgo o que gobiernan. Así lo hacen las nuevas versiones bíblicas como la Nueva Versión Internacional y la Nueva Traducción Viviente. Ha sido una triste manipulación la que se ha hecho de este versículo en la Reina Valera para servir los intereses de los mal llamados pastores.

La palabra “pastor” se utiliza una sola vez en todo el Nuevo Testamento en el sentido que se lo aplicamos hoy a los dirigentes eclesiásticos. En Efesios 4:11 se menciona como uno de los cinco ministerios que Cristo ha dado a la iglesia para el equipamiento de los santos para la obra del ministerio. Sin embargo nosotros lo hemos exaltado por encima de los otros, porque es el que más nos gusta y nos conviene. Es el que representa a la persona que nos cuida, que nos alimenta, que se preocupa por nosotros. No tenemos el mismo aprecio por los demás. El título de apóstol es polémico, los profetas pueden ser otros abusadores y con un ministerio controversial (de lo cual hablaremos en otro artículo) y los evangelistas ya pasaron de moda. La función pastoral va íntimamente asociada con la función de maestros, la cual también muchos ancianos (si hemos de llamarlos por su nombre bíblico apropiado) no cumplen adecuadamente. De acuerdo a Ef. 4:11 no puedes ser pastor si no eres maestro, o viceversa. Las dos funciones van de la mano. No hay conjunción “y” entre las palabras ‘pastores’ y ‘maestros’, otro arreglo conveniente de los editores de las versiones castellanas de nuestras Biblias que usando una excusa de estilo gramatical nos han confundido por generaciones en cuanto a lo inseparable de estas dos funciones, lo cual era la intención original del Espíritu Santo por medio de Pablo al dejar ambas palabras juntas, sin conjunción de por medio.

Cuando la gente que tengo el privilegio de servir empieza a llamarme “Pastor ” amablemente les pido que me llamen simplemente por mi nombre. Doy gracias a Dios por ser parte de una congregación en donde tal título no se utiliza. No lo busco y hasta me hace sentir incómodo cuando la gente me lo endosa. . Pero más me duele ver las miles de ovejitas que han hecho de estos supuestos “pastores” sus ídolos y son víctimas de este distorsionado culto al pastorazgo. ¡Que el Príncipe de los pastores tenga misericordia de sus siervos y siervas que aman y buscan el título sin cumplir fielmente la función!