Quiero ser sacerdote…

Hace unas semanas pude acompañar a mi padre al funeral de mi abuelo.  Un hombre de los de antes, como lo dijera pierro josé, un hombre que creció con el siglo, con el tranvia,  pero que al final de su lento caminar,  encontró a Jesús.

Uno de los gestos familiares de la tarde, fue una misa de cuerpo presente en la parroquia del pueblo.  Ahí estábamos  acompañando y escuchando.

Nunca lo había visto, ni oído, pero mis expectativas de sus palabras no sobrepasaban lo natural, lectura del día, repeticiones de las oraciones de la misa, la invitación a  los sacramentos, los cantos del coro, pero no me esperaba que el sacerdote de la parroquia, le diera a los «evangelicos» que estabamos ahí, una lección digna de imitar.  «Sólo Jesús puede salvarle, no importa si usted viene a esta iglesia o va a la iglesia evangélica, vaya, asista y compruebe que solo Jesús puede salvarle…por eso murió en la cruz».

En aquellas palabras encuentro una tremenda lección para la legión de evangélicos que despotricamos contra los católicos  haciendo cada vez mas ancha la brecha que ya existe.  Es natural escuchar los tradicionales comentarios: «ellos tienen ídolos y nosotros sana doctrina» (acaso no son ídolos también  nuestros trabajos, la manía por tener auto nuevo, o el ultimo celular, o el deseo de ser «el pastor» o «la pastora». Es tan normal que el pastor desde el púlpito incluya frases excluyentes contra la iglesia católica y sus miembros, en especial alejando, descartando y excluyendo a los que comienzan acercarse al evangelio.  ¿O ya se nos olvido que el creer no sólo es un evento, sino también un proceso?

Estoy completamente seguro, que hay una tremenda diferencia teológica entre un sacerdote y un pastor, pero soñando un rato, ¡¡¡¡ Cómo quisiera ser sacerdote para tener la humildad de no excluir en mis predicas, sino abrazar!!!.

¿O ya se nos olvido que de gracia recibimos, de gracia hemos de dar?

Cucarachas de iglesia

He estado reflexionando en el atrevimiento de los pseudos-lideres de las iglesias que manipulan, exigen e imponen a los miembros de la iglesia a participar de los programas a costa de la ruptura familiar.

En una etapa de mi caminar había caído en esa feroz costumbre por mi propia cuenta.

Cuenta Junior Zapata que hay pastores y lideres que condenan a los miembros (para eso somos buenos) porque no participan de los programas oponiéndose a la visión de Dios.

No estoy en contra de mover a los miembros a los programas y espacios que les faciliten el crecer en la palabra, comunión y misión, pero si encuentro atrevido el someter, manipular a alguien a los programas, sin importarle la familia.

Te estas oponiendo a la visión de tu líder

Esta frase la usan muchos para manipular, y controlar a la gente. Quieren que el lunes vayan a reunión de planificación, el martes a discipulado (el que reciben), el miércoles al discipulado (el que dan), el jueves célula, el viernes reunión de liderazgo (los líderes deberían estar sirviendo a la gente, no reuniéndose!), el sábado desayuno evangelístico en la mañana y servicio en la noche, y el domingo por su puesto a congregarse porque toman totalmente fuera de contexto el versículo de Hebreos que dice que «. . . no dejen de congregarse».

¿Y la familia? ¿Y las responsabilidades civilies? ¿Y los estudios? ¿Y el tener amigos no cristianos? (uy uy uy, el atrevimiento de decir que tengan amigos no cristianos!!!!!–cuidado, te pueden llevar al mismo infierno!!!)

Me duele el ver a tanto preadolscente y adolecentes abandonado en su casa o con alguien que los cuida porque los papás tienen que ir a servir a la Iglesia porque si sirves en la Iglesia, entonces, sólo entonces Dios bendecirá tu famlia. Jajajajajajaja

Se les olvida que Dios le dio al hombre familia antes de darle Iglesia!!!! Jesucristo dijo que él edificaría la Iglesia, y nos mandó a nosotros a formar a nuestros hijos. Y lo que hacemos es tratar de edificar la Iglesia y pedirle a Dios que cuide a nuestra familia!!!!!!!

La solución para esto dicen los líderes, es que toda la familia vaya toda la semana a «servir» a la Iglesia. Ha! Y cuándo van a ser familias las familias???? «Bueno», me dicen, «nuestra iglesia es una ilgesia familiar, es hermoso ver a las familias juntas venir a servir.» Pues yo no díria «juntas» porque juntas solo llegan y se van, porque en cuánto llegan, los hombres por un lado, las mujeres por otro, los jóvenes a su reunión aburrida y los niños con los payacitos!. No están juntos!!!!

Paremos los programas y descansemos en familias

Hay lideres que les encanta dejar ver su espiritualidad y puritanismo (pureza o santidad) exigiendo que los «discipulos o discipulas» deben estar con ellos en su grupo, para revelarles donde andan mal o provocar un «exorsismo espiritual» o mostrar sus habilidades de griego o su experiencia de seminario, y no les importa mucho si ese «discipulo» a dormido las 8 horas o comida saludablemente o si ha tenido un tiempo en familia, esos lideres no pueden enseñar eso, porque no practican eso en sus casas, sus casas son chiqueros, cosas tiradas en el suelo, hijos aburridos porque «el super lider» nunca les ha llevado al parque a pasear, o a la playa a caminar, es decir, no pueden exigir algo que no practican por eso les es mas facil, reunir a los discipulos y hablarles de biblia y condenarlos porque no oran, o porque han pecado.

No se deje mangonear por los lideres autoritarios

Desde pequeños somos enseñados a lidiar con maestros y líderes–figuras autoritarias–. Tenemos que saber qué es lo que quieren y hacer eso para «cumplir» y así ser «un niño obediente y bueno». Y tal vez sí, seremos obedientes porque ‘obedecimos’, pero buenos, no necesariamente.

Obedecer no nos hace buenos,  porque podemos obedecer toda la vida y si no aprendemos a tener criterio propio y responsabilidad por nuestras decisiones personales, no seremos ‘buenos’, seremos torpes.

Lo mismo es en el liderazgo. El que nuestros trabajadores o en el caso de la Iglesia, nuestros «discípulos» (aunque sólo Jesús debería tener discípulos!!!) hagan lo que nosotros decimos no nos hace buenos líderes, incluso, creo que tal vez es una marca de un mal líder si nuestros alumnos, trabajadores, hijos, discípulos, etc., siempre hacen lo que decimos sin cuestionarnos ni pensar si es lo que de veras tienen que hacer.

Los que ejercemos liderazgo no debemos ser vistos como jefes o como mandones. Debemos ser vistos como plataformas de lanzamiento y como fuentes de información.

Tenemos que dejar de ver a nuestros líderes como los que saben mas que nosotros y que por eso son los que mandan.

Tenemos como líderes dejar de buscar el que la gente haga lo que nosotros queremos (perdón Maxwell!!) y empezar a buscar que haga lo que es mejor para ellos o ellas.

Te pongo en disciplina si no me obedeces

Bajo que la sombrilla de la «sumisión» y de «no ser rebeldes», muchos no están desarrollando criterio personal, cómo se esto? muy fácil; cuando alguien se atreve, aunque sea levemente a cuestionar la autoridad o el liderazgo del líder, pastor, apóstol o lo que sea, inmediatamente se le trata de «rebelde» o se le dice que no «se quiere someter a la autoridad»

Revélese a la autoridad cuando le exijan que vaya a la iglesia, antes de dormir bien o estar con su familia, lo demás se llama: Masoquismo.

¿Cuántos amigos inconversos tienes?

¿Debo de tener amigos no cristianos? ¿Hasta dónde puede llegar mi amistad con ellos?

Es un tema escabroso en los pasillos de las iglesias cristianas, una razón histórica para excomulgar a cualquiera que osara visitar la feria, el cine o el parque del pueblo.  En estos dorados tiempos  sigue siendo un terreno flojo donde los creyentes caminan, dudando si deben o deben de extender su amistad hasta los territorios de galilea de los gentiles.

Debemos reflexionar sobre:

La duda de los jóvenes

La burbuja de los viejos

El ejemplo de Jesús

El principio del diseño

El principio del objetivo

El principio del peligro

Arroz aguado=Creyentes aguados

Es un típico nicaragüense, el mismo que  en nuestro país se le ha añadido el: «con chipilín».    No pretendo sacar el espíritu de cheff frustrado dentro de mí, tan sólo buscar un símil entre la rara consistencia que torna el arroz, con el comportamiento del creyente en largos espacios en su caminar.  ¿Es puré o es arroz? ¿Es asistente a una iglesia o discípulo.   No me confunda,  entiendo a la perfección el proceso de santificación en la vida del creyente, la paciencia en su madurez y las frustraciones por sus caídas,  pero me cuesta asimilar que como creyentes no estemos dispuestos a pagar el precio del seguimiento a Cristo (discipulado).

Usted no me va a dejar mentir, abundan las iglesias, creyentes y pastores con un pseudo-evangelio «otro evangelio» el que reclama milagros, prosperidad, respuestas a las oraciones, un buen sermón, y bonitas instalaciones (si es en un hotel mejor), pero que no está dispuesto a la renuncia por tomar la cruz.

Cruz con ruedas

Como conchas en limón, son los seguidores de Jesús cuando consideran que el costo que pide Jesús a seguirlo es demasiado alto.  En otras palabras le hemos puesto rueditas a la cruz para cargarla.  El pastor Julio Contreras en su blog, describe algunas ideas del seguimiento de Jesús:

1. Tomar la cruz es la disposición de quienes quieren seguir a Jesús para deponer su vida misma en beneficio de la misión que Dios le encomendó a su hijo. Esta misión se convierte en “la causa” por la cual vivir. Punto… aunque en este caso es “punto y seguido”, porque el asunto no termina allí.

2. Esta disposición puede llevarnos hasta el extremo -como ha sucedido millones de veces en la historia- de tener que morir por “la causa”. No me refiero a la muerte del yo… hablo de la muerte física y literal que muchos seguidores de Jesús han tenido que enfrentar al ser perseguidos a través de los siglos. Ninguna de estas muertes ha sido fácil… siempre los mártires del cristianismo han tenido que “seguir el ejemplo de Jesús” de una manera tan literal que -en la comodidad de nuestro mundo de “cristianismo light”- nos es difícil entender. (hmmm… ¿estarías tú dispuesto a morir por “la causa”?)

3. Sin embargo, para algunos de nosotros, las circunstancias de la vida y la gracia de Dios nos han permitido vivir en tiempos y circunstancias en las que el cristianismo no es perseguido (¿será por eso que el cristianismo es “light”?). Algunos tenemos el lujo de estar en sociedades en las que el ser cristiano es aún “respetable”… pero esto no nos impide “tomar la cruz”. En nuestros casos, tomar la cruz adquiere un cariz menos violento… pero no por eso menos necesario. Piénsalo. Las palabras de Pablo nos dan un poco más de luz: “Os aseguro, hermanos, por la gloria que de vosotros tengo en nuestro Señor Jesucristo, que cada día muero”… tomas la cruz cuando -cada día- renuncias a tus propios sueños, ideales, propósitos… a tu psiquis misma (la palabra psyque es la que se traduce “alma” y “vida” en los versículos siguientes)… es renunciar a lo más esencial de tu ser y personalidad… pero no por un propósito asceta o místico… tal renuncia debe realizase con la intención de lograr que “la causa” sea avanzada… que el reino sea expandido… que la misión de Jesús sea terminada.

4. Tomar la cruz entonces tiene millones de posibles implicaciones prácticas… es renunciar a tus sueños de grandeza o de “ser alguien” en la vida… pero no para “ser alguien” en el reino, sino para que el reino sea expandido (¿ves la diferencia?). Es renunciar a las áreas oscuras de tu vida por el beneficio de “la causa”… es anteponer de manera intencional la causa de Jesús a cualquier cosa que estorbe en el camino… según Jesús esto incluye familia, sueños, riquezas, posición, prestigio… según Pablo todo debe ser considerado “como basura”… con tal de ganar a Cristo. Tomar la cruz es entender que es necesario “que yo mengüe para que el crezca”… es un compromiso total en el que “de ninguna cosa hago caso ni estimo preciosa mi vida”… es la manera única de reaccionar ante el conocimiento y comprensión de que Jesús es -ni más ni menos- que el Cristo y que tú y yo somos sus seguidores.

Dime… ¿de qué manera estorban al reino tus actividades diarias?… o -planteado de otra forma- ¿de qué forma le sirven al reino tus actividades diarias? Contesta honestamente esas preguntas y probablemente estarás en el camino de saber con más certeza lo que -para ti- signifique “tomar la cruz”.
A propósito… quien no lo hace, no puede ser Su discípulo.

Cruz con vinagre

 

En Mc. 15:23 dice que Jesús no quiso tomar el vino en la cruz.  El vino agrio o vinagre apaciguaría el dolor y se convertía en una atractiva salida al sufrimiento, pero Jesús no quiso beberlo.  ¿Cuántos de nosotros queremos cargar la cruz con la esponja de vino cerca de la boca?  O no es cierto que queremos un cristianismo light?  No queremos pagar el precio de seguir a Jesús.

El joven rico 

Hay una historia que se repite en el evangelio de Mateo, Marcos y Lucas, es  la historia del joven rico.  Es la invitación de Jesús a renunciar.  Hay por lo menos tres preguntas claves:

1. ¿A qué renunciar?

La historia está en el contexto del camino de Jesús a Jerusalem.  Para el evangelista Marcos, la palabra camino simbolizaba un estar dispuesto a pagar el precio para seguir.

¡¡¡Agarren al ladrón!!!

Uno de estos domingos los diáconos le dieron la bienvenida al culto a un ladrón o ladrona.  Se sentó en la banca, escucho el sermón, vigiló a su victima y se fue sin Cristo.  Definitivamente los tiempos son peligrosos.  Nadie imaginaría que sentado en la banca, muy atento, estaría otro ladrón que seguirá siendo ladrón.  Digo, otro, porque si nos ponemos sinceros, la iglesia está llena de ladrones redimidos.

Primos hermanos de los ladrones

No se me ofenda, el apóstol lo dijo: …ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.  1Co 6:9-11 

Consejos para identificar ladrones o algo parecido dentro de la iglesia

1. Una indiferencia al pecado. Les da igual robarse un dulce de la tiendita, o un carro del parqueo.

2. Práctica de algún pecado.  Vayan al culto que vayan, en el mes que sea, en el año que sea, siempre buscarán clavarse algo.

3. Falta de confianza en Dios. Si no tienen dinero en la bolsa, buscarán la manera de apoyarse en lo que pueden hacer (Pecar)

4. Falta de paz.  Después de cada robo, no estarán satisfechos, buscarán llenar el vacío de paz con la siguiente cartera.

5. Egoismo.  No les interesa lo que los demás sientan cuando les despogen de sus bienes, piensan solo en sus huesos.

6. La autojustificación.  Le echarán la culpa al alto costo de la vida, al gobierno, a la pobreza, siempre justificarán lo que hacen.

7 . La negligencia o el rehusar confesar y restituir lo que ha robado . Aunque tiene la oportunidad de devolver lo que se ha robado, no lo hará pues estima más el no ser descubierto, que restituir lo dañado.

Miroslav Volf, Fernando Ubiergo y el apóstol Pablo

Cuando Agosto era 21…la encontraron boca arriba con la mirada perdida y su viejo delantal, y en el bolso del colegio dibujado un corazón que decía tu y yo…   

Fernando Ubiergo

En el tema de la falta de amor, el cantautor chileno  Fernando Ubiergo, quien 1981 ganó el Festival OTI con la canción «Agualuna» tiene mucho que decirnos  con su canción «Cuando Agosto era 21» , la cual le hizo merecedor de  una serie de criticas al hablar del embarazo en los adolescentes y de la exclusión de las tres «sacrosantas»  entidades encargadas de  dar acompañamiento: La iglesia,  la ley y la Escuela.

Usted no me va a dejar mentir que el estribillo: Los que juzgan no han sentido el amor, el dolor… Y se enredan en prejuicios y el amor, se quedó en unos cuantos latidos… sigue siendo una realidad dentro de las iglesias evangélicas.  Los prejuicios, la actitud condenatoria y la falta de abrazo al prójimo nos ha llevado al orgullo  de «una sana doctrina» y a la practica de «la doctrina de la exclusión»

Miroslav Volf

Cuando estaba en el Seminario pude notar la marcada diferencia entre los profesores misioneros, sostenidos por sus organizaciones «gringas y europeas» y los profesores guatemaltecos, aquellos que venían en bus a dar su clase.  Esa actitud de exclusión que se podía comprobar  en los pasillos o en el comedor, ahora sigue marcándose en el interior de la iglesia local.  «Somos hermanos, pero no amigos»

 El tema de la exclusión lo desarrolla el Teólogo Croata Miroslav Volf, profesor en la facultad de Teología en la Universidad de Yale, en su tratado teológico «Exclusión y abrazo» en el cual propone una exploración teológica de los temas de identidad propia, la de los otros y reconciliación.  Volf cree que en el centro mismo del mensaje del Evangelio de Jesucristo hay una crítica la exclusión y una invitación a abandonar esa  actitud. La cruz de Cristo que es central en su obra y su mensaje, es una invitación a reconsiderar nuestra actitud sustituyendo la exclusión por el abrazo fraternal, la receptividad al otro a la luz de una nueva identidad, que ahora proviene de nuestra relación con Cristo.

Según Samuel Escobar, quien hace un ensayo en la obra de Volf, dice: La iglesia tiene un desafío en medio de los  brotes de racismo y los sistemas de exclusión de sociedades europeas, el cual es  poner en practica el abrazo en lugar de la exclusión.

Apostol Pablo

Es ahí donde Romanos 15:7 de la pluma del apóstol Pablo, dice: «Recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para la gloria de Dios»

El contexto es el de las relaciones interpersonales, entre fuertes y débiles  y el consejo es la aceptación de quienes son diferentes a nosotros, en el seno de la iglesia de Cristo.  Que Cristo nos haya recibido a todos,judíos y gentiles por igual, ha sido dicho de muchas otras maneras en la epístola el eje central.  Dios nos ha hecho hijos, nos ha justificado, nos ha adoptado, nos ha dado la seguridad de la relación con él y hemos recibido como anticipo de la plenitud de sus dones la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas.

Así que la práctica de recibir al otro y aceptarlo se fundamenta en verdades centrales del Evangelio .   Este recibir al otro no se queda en lo que podríamos llamar un lirismo teológico idealista. La pastoral de Pablo en su carta aparece como consejo concreto y practico con toda claridad en el comienzo del capítulo 16: “Os recomiendo además a nuestra hermana Febe, diaconisa de la iglesia en Cencrea. Recibidla en el Señor, como es digno de los santos, y ayudadla en cualquier cosa en que necesite de vosotros, porque ella ha ayudado a muchos y a mí mismo” (Ro. 16: 1-2).

Necesitamos entender que el abrazo no es opcional;  que en el piso de la cruz todos estamos a la misma altura, que el amor no se puede quedar en unos cuantos latidos.

Que Dios nos ayude a no llegar a Agosto 21.

 

 

Trastornos y trastornados dentro de la Iglesia

Hace unos días prediqué sobre la deshonra en las relaciones interpersonales, específicamente en el caso de cam y su Padre Noe.  He quedado asombrado al darme cuenta de la realidad dentro de las iglesias respecto a los problemas de relaciones interpersonales, y lo «normal» del irrespeto a la dignidad e intimidad de una persona.

Europeos, Norteamericanos  han dicho hasta la saciedad que vivimos en una sociedad latina abusiva, esa en la que no hay respeto a los límites en la vida de  la persona.  Dentro de la iglesia evangélica hay de todo, y el arma que más utiliza el enemigo es romper la unidad.   En estas lineas quiero hablar de los creyentes condenadores y de los controladores.

Henry Cloud en su libro: Límites, asevera que si el creyente no aprende a poner limites, tarde o temprano será esclavo de trastornados mentales que se creerán dueños de la vida de otros, y que rompen la dignidad y privacidad de su vida como se rompe una hoja de papel.

Los condenatorios. Es el caso de  la hermanita  experta en condenar a otros por algo que le sucedió o le está sucediendo.  Es la persona que al darse cuenta que alguien está enfermo, o que le despidieron del trabajo, como experta excavadora arqueológica  encuentra una relación con el pecado oculto en la vida de esa persona, algo más que una doctrina bíblica,   parece una practica espiritista, esa de condenar lo acontecido en la vida de alguien con el pecado en esa vida.  Para empezar esa persona debe de entender que la practica de la confesión de pecado es una acción intima, personal e instantánea delante de Dios, (¿O debemos volver al confesatorio católico )   además, que la acción de confesar el pecado es frente a la persona a la que se ha ofendido, todo dentro de un acto lejos del morbo destructivo de terceros, y no bajo la errática interpretación que hace de pasajes como Santiago 5:15 y 16. (Que por cierto un pasaje con mucha atención de la critica textual)  Me hace recordar el pasaje donde Jesús frena el morbo de los discípulos en una mal costumbre de su época  en Juan 9:2  ¿Quién pecó, éste o sus padres, para que hay nacido ciego?  Me encanta la respuesta de Jesús, no condena sino busca el final de la platica o realidad de una persona:  Que la gloria de Dios se manifieste.   No se deje condenar por la acusación policíaca de otro, eso sí, sea sensible a la voz del Espíritu, quien de manera digna, en silencio, buscará hacerle volver a su camino trayendo arrepentimiento y restauración.

Creyentes controladores.  Esos que no respetan los limites ajenos.  Hay dos tipos de controladores.  Los agresivos: Estos hacen caso omiso de los limites ajenos.  Pueden ser abusadores verbales o abusadores físicos   Procuran cambiar a los demás, modificar al mundo para que se adapten a su idea  de como es la vida.   Lo más grave es que descuidan la responsabilidad de aceptar a los demás como son.   El apóstol Pedro es un ejemplo de controlador agresivo, cuando a parte al Señor le dijo que renunciará a la visión de la cruz, el Señor le encaró diciéndole apártate de mí satanás.  Pedro no quería aceptar los limites del Señor.  Los  manipuladores:   Son menos sinceros, estos buscan persuadir a los otros para traspasar el limite, y cuando ya están adentro se creen dueños y policías de los demás.   Son egoístas por naturaleza, aunque ellos no lo aceptan.  Tienen el síndrome del Mesías, es decir piensan que Dios les ha llamado a solucionarle la vida a los demás, y que si ellos no oran, o aconsejan, nadie puede ayudar a solucionar el problema del otro.

El amor de Dios no busca destruir, no es egoísta  ni abusivo, ni controlador.   Dios es un Dios de respeto.  No deje que alguien con ropaje de santidad le condene, con la torcida doctrina «Eso le ha pasado porque tiene algun pecado»; no deje que los mal llamados «espirituales» controlen y manipulen su vida.

El chisme, los celos y el facebook

La semana pasada apareció en uno de los matutinos un artículo que me parece complementario al tema del chisme que hace unos domingos predique.  El titular era: Facebook provoca celos a una de cada tres personas. http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_completa.asp?idCat=47895&idArt=7633305

Ser testigo de las vacaciones, la vida amorosa y los éxitos laborales de los amigos en Facebook puede provocar envidia y despertar sentimientos de tristeza y soledad, según investigadores alemanes.

Un estudio elaborado conjuntamente por dos universidades alemanas descubrió una envidia desenfrenada en Facebook, la mayor red social del mundo, que tiene más de 1.000 millones de usuarios y ha creado una plataforma sin precedentes para la comparación social.

Los investigadores descubrieron que una de cada tres personas se sintió peor y más insatisfecha con su vida tras visitar la página y la gente que simplemente echó un vistazo sin contribuir fue la más afectada.

«Nos sorprendimos por la cantidad de gente que tiene una experiencia negativa a causa de Facebook ya que la envidia les hace sentirse solos, frustrados o enfadados», explicó la investigadora Hanna Krasnova del Instituto de Sistemas de Información de la Universidad Humboldt de Berlín.

«Por lo que hemos observado, algunas personas dejarán Facebook o al menos reducirán su uso», informó Krasnova. La afirmación anterior aumenta la especulación existente en algunos mercados sobre que Facebook podría estar llegando a un punto de saturación.

Vacaciones son la primera causa

Los investigadores de la Universidad de Humboldt y de la Universidad Técnica de Darmstadt descubrieron que las fotos de vacaciones eran la principal causa de resentimiento y más de la mitad de los incidentes de envidia eran provocados por estampas vacacionales en Facebook.

La interacción social fue la segunda causa común de envidia ya que los usuarios comparan cuántas felicitaciones de cumpleaños reciben con las que obtienen sus amigos en Facebook y cuántos «me gusta» o comentarios hay en las fotos o entradas de los demás.

«El seguimiento pasivo despierta envidia y los usuarios anhelan especialmente la felicidad de los otros, el modo en el que los otros pasan sus vacaciones y socializan», dijeron los investigadores en el informe «Envidia en Facebook: Una amenaza escondida para los usuarios», presentado recientemente.

«La extensa y ubicua presencia de envidia en las redes sociales es una muestra de cómo pueden socavar la satisfacción vital de los usuarios».

Descubrieron que los treintañeros son los que sentirían probablemente más resentimiento por la felicidad familiar, mientras que las mujeres son las que más envidian el atractivo físico.

Estas sensaciones de envidia provocan que algunos usuarios presuman más de sus logros en la página gestionada por la empresa Facebook para retratarse de un mejor modo.

Los hombres mostraron una mayor tendencia a la autopromoción en Facebook para hacer que la gente supiera sobre sus logros, mientras que las mujeres se centraron en su aspecto y vida social.

Los investigadores basaron sus conclusiones en dos estudios en los que participaron más de 600 personas, cuyos resultados fueron presentados hace algunos meses en una conferencia sobre sistemas de información en Alemania.

El primer estudio se centró en la escala, el ámbito y la naturaleza de la envidia provocada por Facebook y el segundo en cómo la envidia estaba relacionada con el uso pasivo de Facebook y la satisfacción vital.

Los investigadores sostuvieron que los sujetos participantes en ambos estudios eran alemanes, pero esperaban que los descubrimientos fueran aplicables a todo el mundo ya que la envidia es un sentimiento universal, como el posible impacto del uso de Facebook.

«Desde la perspectiva de un proveedor, nuestras conclusiones muestran que los usuarios perciben frecuentemente Facebook como un ambiente estreasante, lo que podría, a largo plazo, dañar la sostenibilidad de la plataforma», concluyeron los investigadores.

El espíritu de Esaú: Me las vas a pagar…

…llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob… Gen. 27:41

La semana pasada estando en el hospital psiquiátrico (no como paciente, sino como invitado) pude darme cuenta que dentro de nosotros hay un loco  que anda suelto.  Y que la mayoría de esos locos, están dentro de las iglesias.  (Es más fácil y  menos penoso, asistir a una de ellas,  que ingresar al psiquiátrico.)  Pude darme cuenta que todo loco tiene un trastorno de personalidad y que el más común es el sentimiento de persecución y la sed de  venganza.  Los locos son revanchistas por naturaleza.

La persona revanchista o mejor conocida como vengadora , es aquella que gasta sus ideas, energías y fantasías, buscando la manera de hacerle daño a otra persona.  La raíz de esa acción, es la creencia de que ella ha recibido un daño. El Dr. Dobson, dice que en un 90% las personas revanchistas, suponen haber recibido un daño, teniendo ampliamente desarrollado el síndrome de persecución,  es decir, aseguran que las personas alrededor buscan hacerle daño; ven con intriga y desconfianza toda platica alrededor de ellos y son inseguros por naturaleza.  Hay un caso en la palabra que nos asegura que las características de una persona revanchista son: El odio , el rencor y los celos.

El caso de Esaú y Jacob es triste, sus  palabras estaban cargadas de odio y deseos de muerte. ¿Cuántas veces hemos guardado un deseo de venganza similar al de Esaú?

Veamos algunas  actitudes que debemos evitar:

a) Alimentar la ira con fantasías.

Él se consolaba con la idea de matarlo, lo único que le traía cierta «paz» era imaginarse que lo mataba (v.42). Debemos tener cuidado con las fantasías o elucubraciones en contra de otra persona, pues  el primer paso a la hora de cometer un pecado es tener fantasías, cometerlo en nuestro pensamiento para aliviarnos, luego dejamos de sentir ese alivio y lo cometemos.

b) No aceptar la prosperidad del otro (Tener envidia).  

Esaú nada podía hacer en relación con la bendición de Isaac. Podía aceptarlo y conformarse, y alegrarse porque a su hermano le iba bien. Pero no hizo así.
¿Qué es la envidia?. No sólo es desear lo que el otro se merece,  es pensar que el otro no se merece tener esas cosas, que nosotros sí nos las merecemos. ¿ Me molesta con facilidad la  prosperidad de otros? ¿ Uso algunos argumentos para desvirtuar los triunfos del prójimo?  ¿Soy capaz de matar a otro con tal de tener paz?

El Dr. Dobson termina su reflexión asegurando que la mayoría de personas vengativas fueron sometidas en su niñez a un régimen drástico de disciplina y falta de amor.

Tengamos cuidado con el espíritu de Esaú.