No se cuánto sepas de construcción. Yo no se mucho. Una noche, tuve la oportunidad de acompañara a mi amigo Gerardo, el Ingeniero, a un proyecto de construcción en Sonsonate, y la experiencia fue enriquecedora. La verdad no es una de las tareas que me divierte, atrae o apasiona, quizá no sea como la de ir al cine, jugar futbol, ir al estadio o algun concierto de los hnos. Flores, los hnos. Carcamo o pastor López (para mantener la espiritualidad). Pero ir a ver como construyen un edificio, nunca pense que llegara. Lo que uno hace por los amigos.
A lo que me quiero referir es al arte de construir, palabras extrañas, instrumentos extraños y sobre todo la pasión y fuerza con la que construyen. Estos si trabajan, hasta mal me sentí las tantas veces que he llegado cansado de trabajar estando en una oficina con aire acondicionado.jajajaja.
Meditando en esto de la construcción, un día de estos animaba a los hnos. de la Iglesia que sirven al Señor en un ministerio. Relexionaba en la porción de 1 de Corintios 3 :9-17. Pablo está usando figuras para describir la Iglesia del señor y la identidad de los que trabajan en su Iglesia. Usa la figura de un edificio, comparandolo a la Iglesia de Dios, y los que trabajan en ese edificio son constructores. Le ha llamado colaboradores antes.
Da tres advertencias para los que construyen el edificio de Dios (su Iglesia)
Primer advertencia
Construye con un llamamiento claro y con materiales adecuados
El constructor que ha sido llamado por la gracia de Dios a construir la Iglesia de Dios, debe estar claro que lo hace porque Dios le ha llamado por su gracia, es decir lo hace porque tiene un llamamiento.
Esto es refrescante, pues todo servicio dado al Señor que descansa por la invitación personal, o interes mesquino, tarde temprano terminará en berrinche, enojo y abandono de ese privilegio.
¡¡Cuántos han dejado un ministerio porque las condiciones no son las adecuadas, o simple y sencillamente porque alguien ya no les saludo.!!! Si el apostol Pablo hubiera tenido que decidir porque lo miraron mal, porque lo maltrataron o porque estaba cansado, hubiera abandonado el ministerio miles de veces.
El servicio de olor grato al Señor es aquel que está basado en la certeza de un llamamiento divino. Pablo lo expresa así: conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada…Esa gracia es la que lo sostenía para servirle cuando las pedradas sonaban, no el sueldo, no la elección de la iglesia, no el título, no el cartón del seminario, sino la gracia recibida para hacer la tarea.
Pablo como colaborador, o constructor en ese edificio, jugando el papel de perito arquitecto, puso el fundamento. Qué interesante, él no era el fundamento, como algunos pensaban que lo era Pedro o Apolos. El fundamento del edificio es Jesucristo, y Pablo lo había puesto. ¿No será que a veces confundimos y pensamos que la Iglesia debe ser construida sobre mi persona, mi autoridad o mi renombre?
La tarea del constructor o servidor, es edificar, construir sobre ese fundamento, utilizando materiales preciosos, de calidad de acuerdo a la calidad del fundamento. Es decir que las cortinas, puertas, ventanas, deben estar de acuerdo a la calidad del fundamento. Mis acciones, palabras, enseñanzas, saludos, o lo que haga en la tarea de construcción de ese edificio deben de estar de acuerdo a la calidad dle fundamento.
Pablo advierte, pero cada uno mire como construye….y si sobre el fundamento alguno edificare oro, plata y piedras preciosas, o madera, heno u hojarasca…la obra que construyo será probada por el fuego.
Segunda advertencia
No se te olvide que recibirás recompensa por tu construcción
En aquel día, tu y yo con nuestro casco de constructor, confirmaremos la calidad de nuestra edificación. Si usamos materiales adecuados conforme al fundamento, nuestra obra permanecerá y recibiremos recompensa, y te aseguro, no será un chicle de moneda.!!!!
Si nuestra construcción uso materiales no adecuados, sufriremos perdida. Si bien es cierto seremos salvo, es decir, fuimos cristianos que servimos con la actitud incorrecta, motivaciones incorrectas, aunque seremos salvos, pero no recompensa, sino al contrario: pérdida. No me imagino que tipo de pérdida se refiera Pablo, pero por la palabra que ocupa, tiene que ver con un sentimiento de verguenza, y tristeza en ese momento sublime de premiación. Con nuestro servicio perdimos la posibilidad que Dios fuera glorificado, que el fundamento de ese edificio luciera la gloria de la construcción.
Tercer advertencia
Dios destruirá a quien destruya el edificio de Dios
Pablo enfaticamente advierte que Dios no permitirá que su construcción fuere destruida, y quien se atreva a destruirla, será destruido por él. En corinto, sin lugar a dudas habia personas que estaban desviando de Cristo a los creyentes, y los estaban edificando de acuerdo a palabra humana, costumbres y vanagloria. Dios destruirá a los que de la manera más atractiva y sutil, intenten destruir la Iglesia de él, la cuál es santa.
No se tu, pero yo al reflexionar en esta porción y en el privilegio de servir al Señor, queda un sabor agridulce. Dulce por lo sublime de estar delante de él en el momento de la premiación, pero agrio, por la realidad de construcciones con materiales sin la calidad que el fundamento del edificio merece.