Navidad violenta

matanza de los inocentesSi hemos de ser sinceros, aquella primera historia de navidad estuvo  salpicada de sangre y violencia. Para ser coherentes, el mercado tendría que guardar sus lucecitas de colores, las guirnaldas, los nacimientos calafateados de cal blanca y acuarelas pastel, por el rojo de la sangre y el negro de la infamia.  No solo hay que quitar el árbol, hay que quitarle la comodidad a la navidad.

El capítulo doce del Apocalipsis da una perspectiva muy diferente sobre la Navidad; este pasaje navideño no aparece en el leccionario eclesiástico para la época, ni es nada probable que sea texto para sermones de la ocasión. Aquí no tenemos nada de «Navidad, Navidad, hoy es Navidad; es un día de alegría y felicidad», sino más bien un día de amenaza, peligro y lucha. Mientras en los evangelios y en nuestros himnos, los pastores y los sabios del oriente buscan al niño para adorarlo, en el Apocalipsis el dragón lo espera para devorárselo. El infanticidio que en los evangelios se presenta bajo Herodes unos dos años después, aquí está presente aun antes de nacer el esperado niño.

 En el trasfondo de la versión del Apocalipsis se vislumbra un mensaje que es también político: nos es nacido un Salvador, y no es el emperador, hijo de Zeus y Latona, sino Jesús de Nazaret; nace el Rey, con autoridad sobre las naciones, y no se llama ni Nerón ni Domiciano. Precisamente en eso estaba la radicalidad de la Navidad apocalíptica, y por eso su nacimiento desató una tormenta de conflicto y represión. Su nacimiento trajo no sólo alegría, sino también lucha, dura lid contra las fuerzas de maldad, arduo combate por «el reino de Dios y su justicia».

 En la Navidad más que en cualquier otra época del año, debemos recordar que vivimos en un mundo de pecado, de injusticia, de pobreza y opresión.

Constructores de Iglesias

Empresas-ConstructorasNo se cuánto sepas de construcción.  Yo no se mucho.  Una noche, tuve la oportunidad de acompañara a mi amigo Gerardo, el Ingeniero,  a un proyecto de construcción en Sonsonate, y la experiencia fue enriquecedora. La verdad no es una de las tareas que me divierte, atrae o apasiona, quizá no sea como la de ir al cine, jugar futbol, ir al estadio o algun concierto de los hnos. Flores, los hnos. Carcamo o  pastor López (para mantener la espiritualidad).  Pero ir a ver como construyen un edificio, nunca pense que llegara.  Lo que uno hace por los amigos.

A lo que me quiero referir es al arte de construir, palabras extrañas, instrumentos extraños y sobre todo la pasión y fuerza con la que construyen.  Estos si trabajan, hasta mal me sentí las tantas veces que he llegado cansado de trabajar estando en una oficina con aire acondicionado.jajajaja.

Meditando en esto de la construcción, un día de estos animaba a los hnos. de la Iglesia que sirven al Señor en un ministerio.  Relexionaba en la porción de 1 de Corintios 3 :9-17.  Pablo está usando figuras para describir la Iglesia del señor y la identidad de los que trabajan en su Iglesia.  Usa la figura de un edificio, comparandolo a la Iglesia de Dios, y los que trabajan en ese edificio son constructores.  Le ha llamado colaboradores antes.

Da tres advertencias para los que construyen el edificio de Dios (su Iglesia)

Primer advertencia

Construye con un llamamiento claro y con materiales adecuados

El constructor que ha sido llamado por la gracia de Dios a construir la Iglesia de Dios, debe estar claro que lo hace porque Dios le ha llamado por su gracia, es decir lo hace porque tiene un llamamiento.

Esto es refrescante, pues todo servicio dado al Señor que descansa por la invitación personal, o interes mesquino, tarde temprano terminará en berrinche, enojo y abandono de ese privilegio.

¡¡Cuántos han dejado un ministerio porque las condiciones no son las adecuadas, o simple y sencillamente porque alguien ya no les saludo.!!!  Si el apostol Pablo hubiera tenido que decidir porque lo miraron mal, porque lo maltrataron o porque estaba cansado, hubiera abandonado el ministerio miles de veces.

El servicio de olor grato al Señor es aquel que está basado en la certeza de un llamamiento divino.  Pablo lo expresa así: conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada…Esa gracia es la que lo sostenía para servirle cuando las pedradas sonaban, no el sueldo, no la elección de la iglesia, no el título, no el cartón del seminario, sino la gracia recibida para hacer la tarea.

Pablo como colaborador, o constructor en ese edificio, jugando el papel de perito arquitecto, puso el fundamento.  Qué interesante, él no era el fundamento, como algunos pensaban que lo era Pedro o  Apolos. El fundamento del edificio es Jesucristo, y Pablo lo había puesto.  ¿No será que a veces confundimos y pensamos que la Iglesia debe ser construida sobre mi persona, mi autoridad o mi renombre?

La tarea del constructor o servidor, es edificar, construir sobre ese fundamento, utilizando materiales preciosos, de calidad de acuerdo a la calidad del fundamento.  Es decir que las cortinas, puertas, ventanas, deben estar de acuerdo a la calidad del fundamento.  Mis acciones, palabras, enseñanzas, saludos, o lo que haga en la tarea de construcción de ese edificio deben de estar de acuerdo a la calidad dle fundamento.

Pablo advierte, pero cada uno mire como construye….y si sobre el fundamento alguno edificare oro, plata y piedras preciosas, o madera, heno u hojarasca…la obra que construyo será probada por el fuego.

Segunda advertencia

No se te olvide que recibirás recompensa por tu construcción

En aquel día, tu y yo con nuestro casco de constructor, confirmaremos la calidad de nuestra edificación.  Si usamos materiales adecuados conforme al fundamento, nuestra obra permanecerá y recibiremos recompensa, y te aseguro, no será un chicle de moneda.!!!!

Si nuestra construcción uso materiales no adecuados, sufriremos perdida.  Si bien es cierto seremos salvo, es decir, fuimos cristianos que servimos con la actitud incorrecta, motivaciones incorrectas, aunque seremos salvos, pero no recompensa, sino al contrario: pérdida.  No me imagino que tipo de pérdida se refiera Pablo, pero por la palabra que ocupa, tiene que ver con un sentimiento de verguenza, y tristeza en ese momento sublime de premiación.  Con nuestro servicio perdimos la posibilidad que Dios fuera glorificado, que el fundamento de ese edificio luciera la gloria de la construcción.

Tercer advertencia

Dios destruirá a quien destruya el edificio de Dios

Pablo enfaticamente advierte que Dios no permitirá que su construcción fuere destruida, y quien se atreva a destruirla, será destruido por él. En corinto, sin lugar a dudas  habia personas que estaban desviando de Cristo a los creyentes, y los estaban edificando de acuerdo a palabra humana, costumbres y vanagloria.  Dios destruirá a los que de la manera más atractiva y sutil, intenten destruir la Iglesia de él, la cuál es santa.

No se tu, pero yo al reflexionar en esta porción y en el privilegio de servir al Señor, queda un sabor agridulce.  Dulce por lo sublime de estar delante de él en el momento de la premiación, pero agrio, por la realidad de construcciones con materiales sin la calidad que el fundamento del edificio merece.

Llora Aby, Llora

abySus lagrimas sinceras, sus lagrimas de niña, tocaron lo más profundo de mi ser.  Su Bisabuela ha muerto, y quizá el recuerdo, la imagen, sus besos y sus brazos le hacían recordar el don mas preciado  que Dios puso en el corazón del ser humano: El amor.

¿Cuánto tardaremos en comprender que lo que mas amamos no es nuestro;  que somos aves que pasan volando por el ocaso de la tarde, y que las lagrimas,  son el aceite del alma que inmortalizan los recuerdos.

El poeta lo ha dicho así:

Somos o qué?
Vestigio del tiempo que el viento llevó.
Somos o qué?
Migaja de la memoria que la mente  almacenó
Somos o qué?
Eco de un grito del alma que agonizó
Somos o qué?
Llama de fuego que angustiosamente se apagó
Somos o qué?
Frase en la historia que el futuro cobró

Lora Aby, llora,  que el amor de tu bisabuelita y  tus lagrimas han ministrado  nuestros corazones.

En memoria de mi amiga, Mamáfide

Hoy salgo del clóset

Hand of a child opening a cupboard doorEstoy cansado de  las luchitas de poder dentro de la iglesia, de los que se adueñan de la cátedra y asesinan la pastoral. De los que adoran los ladrillos y manipulan las emociones;  de los que ceden  la iglesia a los políticos; de  los que han convertido el discipulado en un curso; de los que hablan  a las espaladas del amigo para dejar ver sus errores y colocarse como víctimas;  de los que exigen que hagas  el llamado  después de la predica, y ni ellos mismos   estan dispuestos a hacercelo al vecino; de los que usan Facebook para mandar pasajes biblicos contra otros;  de los pastores que hacen industria de la fe, asalariados y turistas religiosos;  de la doctrina almidonada que mató las emociones, las sonrisas y las lagrimas en el culto;  de los que dicen que los milagros cesaron , solo para no compartir  para la necesidad del prójimo y hacer realidad el milagro de la multiplicación de panes;  de los creyentes que cierran los ojos cuando toman la mesa del Señor para no contaminar su vista de lo sagrado del momento, pero que su corazón está negro de envidia, soberbia, chisme y adulterio; me canse de la impaciencia de no esperar a los que buscan de jesus, solo porque no responden a las profundas lecciones bíblicas que doy en mi  grupo;  de los que no levantan las manos en la adoración por que dicen tener la correcta exegesis de la palabra en griego,  pero levantan las manos contra sus hermanos. Lo decidí: Salí del Closet de la santonería.

Quizá me cambie de Iglesia, a la de la pupusería, a la del patio de Gerardo, o a la del parque donde llega el ingeniero mientras me cuenta de las fiestas de su pueblo;  a la menos almidonada, religiosa y sistematica;  a la  de la  calle, la que me enseña y desafía al amor genuino.

Dejaré en el clóset, el almidon, la profundidad de las profundidaes, el rito sin vida y los programas casi perfectos made in ilobasco.  Quizá se lo debo a esa salida nocturna a repartir comida en las calles de san salvador, centenar de personas ordenadas haciendo filas esperando su plato, no había empujones, ni abusos, había respeto, orden y sinceridad; decenas de alcoholicos, prostitutas, ladrones, huele pegas y uno que otro desempleado.  Duendes de las calles, sujetos de la miseria, del abandono de una madre o del abuso de un padre. Todos con un sentido  de familia, de hermandad y de pobreza.  Quizá porque todos están consientes de su condición, saben  que son indigentes, y por lo tanto no hay ninguno que se crea mayor que el otro.

La noche que salí del clóset, aprendí lecciones, lecciones que será dificil aprenderlas en la  iglesia donde es muy común la busqueda del poder, de la malicia para hablar del otro, o del buscar la manera de hacer caer.    ¡¡¡Qué equivocado estaba, el amor y la sabiduría gritan por las calles, y una noche de Noviembre, yo fui testigo.!!!